/0/4209/coverbig.jpg?v=328fca3a0b05d0edb80db1397af68492)
Evelyn disfrutaba de la calma que le ofrecía la oscuridad y siempre sintió que Raziel era la representación viva de esa penumbra, sin darse cuenta que en realidad esas sombras lo estaban consumiendo. Cuando Raziel desapareció, ella creyó que él estaba en peligro. Cuando lo acusaron de ser un criminal, ella se negó a creer esas noticias. Cuando él regresa, en busca de venganza, la realidad la golpea en la cara. Todo le indicaba que el Raziel que ella creía conocer se había ido, pero las inconsistencias en sus acciones le hacían dudar y le marcaban el camino para ir tras la pista del ángel.
La oscuridad se extendía por la habitación, densa e impenetrable, dificultándole a los investigadores su trabajo. Los suaves sollozos de una pequeña niña acababan con el silencio, cosa que ellos usaban para guiarse, sin embargo estos parecían lejanos cada cierto tiempo.
Al llegar al sitio solo supieron que una niña había quedado atascada, presa del miedo, en una habitación en completa oscuridad, y que a pesar de los intentos de los encargados del orfanato, no pudieron hallarla y llevarla de vuelta, la luz de las linternas o de velas no atravesaba la negrura de la habitación, solo alumbraba unos pocos centímetros de su entorno y parecía apagarse de vez en cuando para luego volver a encenderse, con menos intensidad.
-Todo estará bien, ¿cómo te llamas? -preguntó uno de los hombres, en un intento de distraer a la niña.
-Evelyn... -susurró ella.
-Bien, Evelyn, necesito que seas fuerte y sigas mi voz, estoy cerca, no te pasará nada -la animó el joven-, camina hacia mí. -pidió Hyle.
-No puedo, hay un hoyo en la habitación, no sé dónde está -Los hombres detuvieron su avance al escucharla, la opción más segura era calmarla.
-Eve, ¿puedo llamarte Eve?- preguntó Hyle.
-Sí...
-¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí?
-Estaba jugando con mis amigas aquí a las muñecas, cerca de la puerta, lejos del hoyo, pero unos niños llegaron a molestarnos. Las niñas corrieron, yo traté de hacer lo mismo, pero ellos me llevaron hacia el hoyo -sollozó-. Me dejaron al otro lado, y no pude volver a cruzar. Me desesperé y la luz empezó a desaparecer, los niños se asustaron y corrieron, me dejaron aquí... y todo se volvió negro.
Hyle negó y frunció los labios. Los niños podían ser muy crueles, no obstante, eso había despertado la habilidad de Evelyn.
-Eve, tienes que calmarte. No tengas miedo, toda esta oscuridad tiene una explicación, ¿sabes qué hay personas con poderes especiales?
-Sí -susurró.
-Hay personas que pueden manejar el agua, el sonido, la luz... tú puedes manejar la luz, tus poderes debieron manifestarse y tu miedo ha creado toda esta oscuridad, si te relajas, la luz volverá. Nosotros estamos aquí para ayudarte, intenta calmarte, ¿puedes?
-Lo intentaré.
Los hombres se quedaron de pie donde estaban. Durante varios minutos no pasó nada, no se oían sollozos pero tampoco indicios de que Evelyn estuviese apartando la oscuridad, hasta que pasó. La luz volvió tan rápido que los cegó por unos instantes, y la vieron, a la pequeña de cabellos rubios que estaba sentada en el piso al otro lado de un hoyo. Este era fácil de cruzar para un adulto, pero para una niña parecía ser el abismo más grande.
-Lo lograste, Ev, ahora iré por ti.
Hyle cruzó la habitación, pasó sobre el hoyo con cuidado, tomó a la pequeña en sus brazos y volvió a la puerta junto a su equipo. Mientras bajaban Hyle se encargó de explicarle a la pequeña cómo funcionaba su equipo y que si aceptaba ir con ellos, le enseñarían cómo manejar su poder y tendría una casa. La niña aceptó encantada, alegando que el señor Welles era malo con ellos y que quería alejarse de él, pero se entristeció al recordar a sus amigas.
-No puedo dejarlas aquí -fue lo último que dijo antes de que llegaran al primer piso, donde los directivos del orfanato y varios niños esperaban. Un grupo de tres niñas corrieron hacia Evelyn en cuanto Hyle la dejó en el piso y la abrazaron, mostrando cuan asustadas habían estado por ella.
-Gracias, en serio gracias por todo -El director se acercó a estrechar la mano de Hyle y sus compañeros-, los acompañaré a la puerta.
-Espere a que las niñas recojan sus cosas -Lo frenó y el hombre lo miró extrañado.
-¿Disculpe?
-Como escuchó, las niñas se irán con nosotros -contestó. Las miradas esperanzadas de las niñas se fijaron en él, todas sonrientes y emocionadas, y el señor Welles con una mueca confundida.
-Ustedes no...
-¿No podemos llevárnoslas? -completó otro de los hombres-. Lo lamentó, pero con nosotros estarán mejor, le daremos los cuidados necesarios, y esta pequeña -Miró a Evelyn-, tiene que entrenar su poder.
-Por favor, prepare los papeles correspondientes -le cortó Hyle antes de que el gordo hombre hablara-. Ustedes niñas, vayan por sus cosas.
Tardaron una hora más entre los parloteos del señor Welles argumentando porqué no podían llevárselas y los bufidos amenazadores de Hyle para agilizar los procesos. Una vez en la camioneta las niñas chillaban de alegría, agradecidas con esos hombres por salvarlas.
-¿A dónde llevaremos al resto, Patrick? -preguntó uno de los chicos a su superior.
-Con Madame Lyna, ella las cuidará, incluso a Evelyn cuando no tenga que entrenar.
♣♣♣♣♣
-Vamos, Eve, concéntrate en llevar toda la luz a un único punto -la animó Hyle y ella volvió a iniciar sus intentos. La oscuridad empezó a apoderarse de la habitación, llevando la luz hacia el centro de la habitación, Evelyn trató de mantener la luz en ese único punto pero la magnitud de su poder terminó por agotarla y acabar con su concentración-. Bien, terminamos por hoy, ve con Madame Lyna. -Hyle le sonrió y despeinó su cabello, pero no fue suficiente para calmar la frustración de la niña.
La pequeña se fue pisoteando el suelo con fuerza. Al salir al campo de entrenamiento y ver a los adultos practicar de forma maravillosa con sus poderes avivaba su desanimo. Llevaba ya seis meses en el campo de entrenamiento del Centro de Investigaciones de Cyreth y aun no lograba controlar su poder sin agotarse.
Evelyn se fijó en un niño delgado a unos metros de ella. Ladeó su cabeza, curiosa, no había muchos niños allí, lo normal era que los poderes se desarrollasen en la adolescencia, un caso como el de ella ya era bastante extraño, ¿pero dos niños? Eso era una sorpresa tan grande como un elefante. Eve dio saltitos emocionada y se acercó hacia el niño.
-¡Hola! ¿Cómo te llamas? -saludó, alegre. El chico volteó hacia ella, la analizó y volvió a mirar al frente.
-Raziel -respondió con simpleza.
-Un gusto, yo soy Evelyn -se presentó, aun sonriente. Al ver que el niño no hizo ningún gesto por sus palabras, se dedicó a analizarlo. Ella frunció el ceño al verlo usar guantes; no parecían guantes normales, estos eran azul marino y negro, y de un material que ella desconocía-. ¿Por qué usas guantes? -indagó, sin poder evitar su curiosidad.
-Porque tengo frío -contestó con sarcasmo, cosa que ella no captó.
-¿En serio? Pero hace calor -comentó con inocencia, a lo que él respondió rodando los ojos.
-Que tonta eres -murmuró, hastiado. Evelyn abrió la boca para decir algo pero prefirió calmarse al notar como la luz del bombillo tras de ellos empezaba a titilar. Su poder era algo inestable en ocasiones. Ella se dio la vuelta, indignada y partió hacia su habitación.
-¡Eve! Qué bueno que no te has ido -La voz de Hyle hizo que se detuviera y girara hacia él con un intento de sonrisa en su rostro-, quería presentarte a un nuevo compañero -Él le hizo señas a Raziel y ella bufó por lo bajo. El niño se acercó, sonriente como si nada hubiese ocurrido, cosa que la molestó aún más. ¡Era mejor que ella fingiendo!-. Él es Raziel, es nuevo, me preguntaba si puedes darle un tour por las instalaciones. -Ella sonrió, asintiendo a su petición y en cuanto su entrenador se marchó le dedicó una mirada furiosa a su compañero.
-Sígueme -indicó e inició su camino sin mirar si él iba tras ella o no.
♣♣♣♣♣
-¡Knox, Raziel, comando Lobo! -anunció el director Larsson y la sala se llenó de aplausos para recibir al siguiente graduado, y el mejor de su generación.
Raziel se puso de pie con gracia, portando su impecable uniforme negro y se adelantó hasta el director para recibir su chaqueta color gris plomo, símbolo del comando especial de acción, y su placa, su sonrisa brilló en todo momento. Raziel se esforzaba en ser el mejor para recibir el reconocimiento del resto, todo lo contrario a Evelyn, quien si bien se esforzaba en mejorar cada día más sus habilidades, le importaba muy poco otro reconocimiento que no fuese el de su padre. Evelyn vio a su mejor amigo disfrutar su logro, le aplaudió y solo pudo pensar en que esas felicitaciones se le subirían a la cabeza.
El volvió a su lugar en la tarima, portando ahora su chaqueta con orgullo, volteó hacia ella dedicándole una sonrisa arrogante, a lo Evelyn que rodó los ojos en respuesta.
♣♣♣♣♣
Evelyn bajó del avión de la agencia, estirando los brazos para desperezarse luego del viaje. Su mirada fue directo a su familia, quienes la esperaban, emocionados, sin embargo, le extraño no ver a su novio allí también.
-¿Qué tal el viaje? -preguntó su padre abrazándola.
-Estuve dormida todo el tiempo -respondió sonriendo-. ¿Raziel está en una misión?
-Tenemos algo importante que decirte, Eve, te lo diremos en la casa -dijo su madre, pero desde allí un mal presentimiento se instaló en su pecho.
♣♣♣♣♣
Su habitación se sumió en una completa y profunda oscuridad, una que la acompañó cada día desde que le dijeron que Raziel había desparecido, y a pesar de que luchaba para mantenerse fuerte, con cada día que pasaba sin tener noticias de él perdía un poco más las esperanzas.
Desde el inicio pensó lo peor, Raziel era parte de los Lobos, se había enfrentado a decenas de criminales durante esos dos años de servicio, algunos de los cuales escaparon. Las pesadillas la perseguían, le mostraban a Raziel rodeado de un charco de sangre, de su sangre.
Cada día rezaba para que él apareciera y sus plegarias fueron escuchadas, él volvió, pero no como ella esperaba.
Serie Enamorada - Enamorada de Colin. La mayoría de la gente creería que una chica hermosa proveniente de una familia rica puede vivir una vida muy digna. Sin embargo, para Sofía, nada era fácil. Su vida comenzó a salir de control cuando su ex novio, junto con su enemigo jurado, la acosaron y la enviaron a la cárcel. Lo peor era que, después de casarse con Colin, el destino le había jugado otra broma. Ahora se enfrentaba con una situación muy precaria en la que su marido sospechaba de ella y un grupo de pícaros viciosos intentaban atacarla en cada momento. ¿Cómo se desarrollaría la historia de Sofía? ¡Vamos a leer!
"Estuve enamorada del CEO dominante, Credence Scott, durante diez años. ¡Y finalmente me casé con él! Se suponía que yo era una mujer feliz que se casaba con la persona que amaba. Sin embargo, Credence me odiaba. En nuestro matrimonio de cuatro años, rara vez se acostó conmigo y me culpó por matar a su padre. Nunca hice eso. ¡Fue mi hermana, Rosalie, quien me había tendido una trampa! La parte más desconsolada fue que Credence nunca creyó en mí. Bien, será mejor que acabe con mi vida. Pero fue entonces cuando Credence me reveló su ternura... "
Brit Su, una chica con un gran objetivo en su vida: conocer a sus padres biológicos y la razón por la cual la abandonaron. Ella es trabajadora, soñadora y su pasión es ayudar a los demás, se embarca en un viaje a Shanghai su tierra natal para realizar unos proyectos En el transcurso de su viaje se encuentra con Daniel Ye, un joven CEO que ve la vida en blanco y negro, el cual no cree en el amor, pero en cuanto ve a Brit queda en un estado complicado que ni él sabe si es atraccion o amor. ella lo hará ver la vida de otra manera y colores. Lo de más lo tendréis que descubrir.....
En opinión de todos, William se había casado con Renee bajo la presión. Ahora que su verdadero amor había vuelto embarazada, no podían esperar a que abandonara a Renee. Sorprendentemente, Renee fue sincera sobre la situación: "Para ser franca, soy yo la que pide el divorcio todos los días. Lo deseo incluso más que cualquiera de ustedes". Pero ellos ignoraron su comentario como un mísero intento de salvar las apariencias. Hasta que William hizo una declaración: "El divorcio está fuera de discusión. Cualquiera que difunda falsos rumores se enfrentará a consecuencias legales". Renee estaba confundida. ¿Qué planeaba hacer ahora este loco?
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Victoria ha pasado tres años casada con Oliver, amando a un hombre que nunca ha podido corresponderle. Desde el inicio de su matrimonio, Oliver ha sido incapaz de dejar atrás su amor por Zoé, su antigua pareja, cuya trágica muerte lo dejó sumido en el dolor. Convencido de que Victoria tuvo algo que ver con el accidente que acabó con la vida de Zoé, Oliver la ha rechazado constantemente, viviendo en un matrimonio frío y distante. A pesar de sus esfuerzos por ganarse su afecto, Victoria se resigna a una relación sin amor, cargando con el peso de la culpa que nunca ha sido suya. Todo cambia cuando, finalmente, deciden divorciarse. Con la distancia que la separación les otorga, Oliver comienza a ver a Victoria bajo una nueva luz. La ausencia le revela sentimientos que nunca había reconocido, y mientras ella trata de seguir adelante con su vida, él se da cuenta de que quizá siempre estuvo equivocado. Ahora, Oliver deberá enfrentarse a sus propios demonios y descubrir si es demasiado tarde para amar a la mujer que siempre estuvo a su lado.