/0/4717/coverbig.jpg?v=ef1948d08d1a1ca411614787d35945a1)
Lía, una chica cansada del control excesivo que sus padres tenían sobre ella, decide irse de casa para lograr su independencia tanto económica como emocional, se ve envuelta en la pérdida del hogar que había conseguido gracias a sus ahorros. Con ayuda de su nueva amiga, se instala en una casa compartida junto al hermano de su amiga el cual la quiere sacar a como dé lugar. Amargado y explosivo, así describe Lía a aquel chico, el cual posee una cualidad extraordinaria la cual Lía irá descubriendo a medida que se hacen más cercanos. Un evento desafortunado separa sus caminos ¿podrán encontrarse otra vez?
Padres ¿Han llegado a sentir que todo lo que ustedes hacen es como una decisión demasiado riesgosa para ellos? Es como si te tuviesen encerrado en una burbuja de cristal, no, como si tú fueses hecho del cristal más delicado del mundo. Así es exactamente como me sentía, mis padres habían controlado cada uno de los aspectos de mi vida, era como si quisieran vivirla a través de mí ¡No podía soportar más esto! Así que tomé mi decisión.
-¿Realmente quieres irte hija?- preguntó mi madre recostada en el marco de la puerta.
-Es lo mejor mamá- dije como respuesta mientras cerraba la cremallera de mi maleta.
Era hora de irme, de hacer mi propio camino. Ella se limitó a sonreír de manera melancólica ante mi respuesta, separarnos era difícil para ambas, pero no quería seguir viviendo la vida que mis padres quisieron vivir a través de mí.
Pasaron un par de horas y había llegado a la casa que había adquirido gracias a mis ahorros, esperaba no agotarlos antes de encontrar un trabajo y recibir mi sueldo, di un recorrido con mis ojos a aquella casa. Por supuesto que no era una mansión, mis ahorros no eran lo suficientemente grandes para eso, pero era un lugar agradable, debía decorarlo para darle algo de vida. Después de organizar mis pertenencias salí a recorrer el lugar, era mi primera vez en esa ciudad, a excepción de cuando vine a ver la casa, lo haría junto con mi búsqueda de trabajo ¿Trabajo como mesera? Así podría conocer a más personas, además las propinas ayudarían mucho. Había pasado por tres restaurantes y ninguno estaba buscando personal.
-¡Estoy cansada de caminar!- Dije bastante desesperada mientras me sentaba en una de las bancas.
-¿Buscas algo?- preguntó una chica de cabello largo y lacio a mi lado, no la había visto allí antes de sentarme.
-Sí, trabajo- dije con una sonrisa exhausta.
Aquella chica se levantó de repente y tomando mi mano me arrastró hasta un restaurante algo sencillo, miré sorprendida todo el lugar, era bastante cálido y agradable, las decoraciones a pesar de ser sencillas tenían ese toque minimalista que daba una sensación de descanso y serenidad.
-Veo que eres nueva aquí- Cuestionó con una animada sonrisa a lo que yo asentí -Mi nombre es Aidé ¿y el tuyo?- preguntó extendiendo su mano en mi dirección.
-Mi nombre es Lía- respondí con una sonrisa, podía sentir como si un peso de encima me fuera quitado.
Estuve un rato hablando con Aidé y resultó ser muy amable, apenas estaba comenzando el restaurante lo cual hacía que unas manos extras fuesen necesarias, además de que era una oportunidad perfecta para mí, pues además de poder trabajar podría ayudar a una nueva amiga a cumplir su sueño, el lugar tendría que crecer y me esforzaría por lograrlo, ya había aceptado y no podría volver atrás.
Una semana después...
Las cosas desde que me fui de casa habían estado bien, quiero decir que no ha sido tan fácil como tener asegurado tu alimento todos los días y a cambio de eso no tienes que hacer nada más que limpiar tu cuarto, debo dar lo mejor de mí para probarles a mis padres que puedo hacerlo sola y más importante que eso, para demostrarme a mí misma de que soy capaz de superar mis propios límites.
Estaba caminando junto a Aidé, nos habíamos hecho grandes amigas y descubrimos que teníamos gustos similares, lastimosamente sus padres habían fallecido cuando era bastante pequeña, su madre a la hora de dar a luz y su padre en un asalto ¿Era posible que una persona sufriera tanto en la vida? A pesar de eso ella mantenía su sonrisa, quizá para ocultar su sufrimiento, sin importar qué aquí estaría para ella, ese era el deber que había tomado de hacer que ella no se sienta sola, que ella pueda reír o llorar a mi lado ¿No es esa la finalidad de una amistad, el estar juntos y apoyarse a pesar de las dificultades?
-¿En qué estás pensando?- preguntó, interrumpiendo así mi monólogo interno, negué con la cabeza, no quería que ella supiera que era indefensa a mis ojos y que a pesar de su fortaleza, podía ver perfectamente su dolor -oye Lía... ¿Estas no son tus cosas?- añadió señalando al frente de nosotras.
Todo lo que tanto me había costado conseguir estaba a la intemperie, no era mucho, pero era el tangible sacrificio que había hecho estos últimos días, corrimos hacia las cosas y vimos un enorme camión que estaba derrumbando mi casa
-¡No! ¡No!- grité con todas mis fuerzas intentando en vano detener la destrucción de mi hogar ¿Cómo era posible?
Después de destruirla casi por completo el camión se detuvo, aquel hombre había recibido una llamada y algo preocupado agitaba con la mano su corto cabello ¿Qué es lo que han hecho? Aquel tipo que era bastante alto y regordete caminó observando las cosas y se dirigió a nosotras
-¿Esta es su casa?- preguntó con suma muestra de preocupación, sentí bastante furiosa que a no ser por Aidé me habría abalanzado sobre él
-Esa ¡ERA mi casa!- exclamé indignada.
Para evitar problemas mayores Aidé me alejó del lugar y me hizo esperar a que ella hablara con él y llegaran a un acuerdo, después de luchar conmigo lo logró, estuve esperando por largo tiempo hasta que Aidé regresó a mi lado.
-Dice que se harán cargo de la reconstrucción, la empresa cometió un error con las indicaciones de la dirección, lamentan mucho todo esto, pero es lo único que pueden hacer hasta el momento- expuso mi amiga en un tono suave, el cual me pareció bastante confortador.
-Pero... ¿dónde viviré hasta que la reconstruyan?- Me senté bruscamente en el sofá, ella se quedó pensando por un momento hasta que se le ocurrió una brillante idea.
Horas después...
-¿Estás segura de que estás bien con eso?- pregunté algo apenada.
-Yo sí- dijo como respuesta ¿Yo sí? Continuamos caminando, hasta que llegamos a una casa no tan grande.
-No quiero abusar de tu amistad Aidé- ella negó con su cabeza, pero eso no hacía que me sienta menos incómoda -¿vives aquí?- pregunté nuevamente.
-No, mi hermano lo hace, no es muy sociable, así que no prestes atención a lo que pueda llegar a decirte-Respondió sin despegar su mirada de la puerta que estaba cerrada.
¡¿S-su hermano?! -o-oye... creo que no es una buena idea, no quiero incomodarlos de más- dije dando una vuelta pero Aidé me jaló del brazo devolviéndome de un solo tirón.
-No irás a ningún lado, esta casa es de los dos, no tienes a dónde ir, es lo mejor, confía en mí- asentí levemente, no quería incomodarlos, pero tampoco puedo quedarme a la intemperie, solo debía esperar a que la casa estuviera terminada y podría volver a la normalidad ¿Qué podría pasar en un mes?
Aidé estaba hablando con su hermano mientras yo la esperaba en la sala, estaba claro que no le agradaba la idea ya mí tampoco, pero no tenía más opción. Horas después el asunto estaba «solucionado» las cosas que antes estaban en la calle, ahora ya están aquí, bajo techo y Aidé se había retirado...
«Quédate lejos de mí y no hagas preguntas tontas»
Sheila Myers perdió a su hijo gracias a su esposo. Oliver James, el hombre que ella llegó a amar tan profundamente que no dudó en contraer matrimonio a una corta edad. Su mundo se desmorona al ver cómo la máscara de su amoroso esposo se cae para revelar al infiel y mentiroso Oliver. En medio de su dolor, ella decide terminar con su vida, siendo impedida por Axel Morgan, el desastroso y un poco problemático heredero de la prestigiosa perfumería Morgan. Quien debe contraer matrimonio en menos de un mes por órdenes de su padre. Ambos unen fuerzas con el fin de que cada uno recupere lo que había perdido, pero ¿Sheila logrará sacar a su exesposo de su corazón o regresará a sus brazos dejando atrás la venganza que había planeado?
Segunda parte de MI DESASTROSA CENICIENTA. Brooke Simon, estudiante de intercambio de diseño de modas en Londres. La cual intenta superar la mentira y supuesto suicidio de su novio, el cual, realmente, se encuentra en prisión. Alex, su antiguo novio falso y un actor reconocido, vuela a Londres para confesar sus sentimientos después de un libro y debido a que el exnovio de Brooke escapó de prisión. ¿Qué hizo para estar detrás de las rejas y qué hará Brooke después de saber que su exnovio no está muerto? ¿Aceptará el amor que Alex tiene para darle o regresará con su peligroso amor? Historia gratuita. Actualizaciones los martes. (O una vez por semana)
Maxwell Jones, el heredero y CEO de J&C, ha decidido celebrar un matrimonio lejos del ojo público; a pesar de esto, la mujer con la que planeaba compartir el resto de sus vidas, desaparece minutos antes de que la ceremonia comience. Furioso por haber sido abandonado, recorre la desamparada ciudad en busca de su primer amor, quizá podría convencerla de regresar. Para su mala suerte, encuentra a Emily, una chica que luce casi igual a su ahora exnovia, la idea de hacer pasar a esa mujer como su esposa, para evitar que la prensa arme un escándalo a costa de él, lo llevará a vivir una aventura llena de altibajos. -¡¿Cuántas veces debo repetirle que no me casaré con usted?! - exclamó Emily lanzando una maceta en dirección del apuesto CEO. -Todo el mundo tiene un precio, dígame cuál es el suyo - insistió luego de la munición de Emily impactara el suelo. -¿Mi precio? ¡Ja! - se burló bastante exasperada. -No hay nada que valga más que mi libertad - expuso con seguridad. -¿De verdad? - una de sus cejas se elevó y tomando su chequera escribió una cuantiosa suma de dinero -este será tu salario si aceptas en este momento - una sonrisa ladina se posó en su rostro mientras veía la expresión incrédula de Emily. • • • -¡No puede ser! ¡He enloquecido! - exclamó la joven al verse en el espejo con un costosísimo vestido de novia -soy una loca millonaria.
Brooke Simon, futura estudiante de diseño de moda cuya vida gira en torno a su novio Andrew. Como Brooke es perseguida por su racha de mala suerte, los caminos de esta pareja se separan poco antes de su primer aniversario. Para elevar su ánimo, su mejor amiga la arrastra a numerosas salidas en las que por accidente se verá envuelta con un reconocido actor. Aquel chico necesita que alguien finja ser su pareja por algún tiempo y aunque Brooke se negó numerosas veces, el estrellar el auto de Alex la obligará a fingir por tres meses ser pareja de este codiciado chico. Aunque no todo parezca bastante bien, todas las cosas están a punto de empeorar, cuando el secreto de Andrew salte a la luz. Brooke tendrá que decidir entre la justicia o el amor.
Emma, además de ser la hija de uno de los más importantes generales del ejército de Lostland, es una de las líderes de la resistencia que busca derrocar al monarca en sus anhelos de hacer del reino de Lostland un lugar justo y bueno para vivir, su vida da un giro drástico, en el que se convierte la «elegida» del príncipe, para convertirse en su futura esposa, ella se adentra en el peor lugar del reino: el palacio, un lugar sangriento en el que se viven las peores traiciones. ¿Podrá Emma rescatar al reino de Lostland de su más grande caída? ¿Podrá derrotar ese «mundo de Hombres»? -Siento que somos menospreciadas por el simple hecho de ser mujeres-
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Jenna Murphy se había casado con Hansen Richards, el hombre al que amaba desde la infancia pero el que más la odiaba. Ella creía que él finalmente la amaría. Pero antes de que su sueño se hiciera realidad... Un accidente automovilístico terminó con la vida de su padre y llevó a su madre que estaba entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos del hospital. Su descarado y codicioso tío aprovechó la ocasión y les robó todas las propiedades. Para conseguir los honorarios del cirujano que atendía a su madre, Jenna solo podía estar de acuerdo de divorciarse de Hansen. Pero Hansen la invitó a la fiesta de cumpleaños de su abuela tratando de salvar su relación. Sin embargo, Jenna encontró algunas pistas que mostraban que el accidente automovilístico que arruinó a su familia tenía alguna relación con Hansen..."" "
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".