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Shackled

Shackled

5.0
1 Capítulo
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El mundo en el que vivo es más peligroso de lo que me di cuenta, gobernado por dos organizaciones secretas: los Duques y los Señores, con los que me he encontrado enredada, pero no tan peligroso como el hombre traicionero que mi padre, un Duque de la Ciudad de Veross, insiste en que debo casarme. Huí antes de que pudiera hundir sus garras en mí. Me veo obligada a suplicarle ayuda a mi antiguo mejor amigo, Alekos. Alekos acepta, pero tiene un precio. Debo convertirme no solo en su mujer, sino también en la de sus dos amigos. ¿Qué elección tengo? Así que estoy de acuerdo con su propuesta. Pensé que Alekos, Reyes y Stefan serían mi salvación, pero rápidamente me demuestran que son como cualquier otro Señor: crueles, brutales y despiadados. Mi padre tenía razón en una cosa: los Señores destruyen todo lo que tocan. ¿Podré sobrevivir a estos demonios? Mi libertad depende de ello. Debo aguantar todo lo que Alekos, Reyes y Stefan me hagan sufrir hasta poder escapar de esta ciudad salvaje. Solo entonces seré finalmente libre. ¿O no lo seré?

Capítulo 1 Escapando

Angel

Angélica 'Ángel' Hernández miro unos cien veces en la última media hora por encima de su hombro, queriendo asegurarse de que nadie la seguía. Sabía que lo que estaba a punto de hacer era una locura total, pero era la única forma de salvarse.

Hace más de un mes, su padre, Luis Hernández, uno de los duques de Ciudad Veross, le dijo a Ángel que se casaría con Carlos De La Torres, otro duque y veinte años mayor que ella. Había conocido a Carlos seis años antes, cuando ella solo tenía dieciséis, y desde entonces él había estado enviando regalos y flores a la mansión.

No era un secreto que a Carlos le encantaba torturar a las mujeres con las que se acostaba. Los métodos de tortura de Carlos fueron tan severos que mató a más de cien mujeres en los últimos quince años. Tres de ellos eran esposas de Carlos.

Ángel no quería casarse con él. No podía ser la esposa de un hombre que probablemente la violaría todas las noches hasta que terminara muerta.

Le había suplicado a su padre muchas veces que cancelara la boda, pero su padre no la escuchaba.

- Son los costumbres de los duques. Te casarás con Carlos, le darás hijos y, a cambio, él te dará todo lo que necesites- le dijo su padre.

-¡No lo amo! - Ángel protestó.

Su padre se rió - ¿Crees que amaba a tu madre cuando me casé con ella? Mi padre me dijo quién sería mi esposa y yo obedecí. Y con el tiempo, aprendí a quererla mucho. Será lo mismo para Carlos y para ti.

Era cierto que su padre había amado mucho a su madre, y diez años después de su trágica muerte, Luis Hernández todavía lloraba la pérdida de su esposa.

Ángel sabía que Carlos nunca la amaría como su padre amaba a su madre.

Desde que Ángel se convirtió en la prometida de Carlos, él había restringido sus movimientos. Solo podía salir de su casa con su permiso. Si quería ir de compras o a cualquier otro lugar, primero tendría que obtener la aprobación de Carlos. También había contratado a dos guardaespaldas para que siguieran a Angel como una sombra a donde quiera que fuera.

- Por tu seguridad, doll. Tú sabes que soy un hombre importante y mucha gente te querría lastimar porque eres mi prometida - le dijo Carlos el día que le dijo que no podía salir de la mansión sin sus guardaespaldas.

Ángel estaba de compras en el centro comercial cuando decidió escapar de Carlos. Tampoco había sido muy difícil. Fingió que tenía la regla y que tenía muchos dolores. Les pidió a los guardaespaldas que le compraran algunos productos de la farmacia. Cuando fue al baño, Ángela aprovechó un segundo de distracción por parte de sus guardaespaldas para huir de ellos.

No tenía un plan sólido cuando escapó, pero Ángel sabía que no podía casarse con Carlos. Cuando sus pies la llevaron frente a Alaney Tech Company, la empresa de tecnología más grande del país, Ángel supo lo que tenía que hacer.

Ángel entró en la empresa y se dirigió directamente a la recepción.

- Hola - dijo Ángel a una mujer rubia. - Me gustaría ver al señor Alekos Raptou.

La mujer rubia miró a Ángel entre pestañas postizas - ¿Tienes una cita?

- No tengo una. ¡Pero esto es realmente importante! - Ángel dijo.

La mujer negó con la cabeza - Lo siento. Sin una cita, no puede ver al Sr. Alekos.

Ángel miró la etiqueta con el nombre de la mujer. - Cherry - dijo Ángel -el señor Alekos y yo hemos ido a la misma escuela secundaria. Dile que Angélica Hernández lo está buscando.

Cherry miró a Angel y entrecerró los ojos - No eres la primera en decir eso.

- No tengo nada que ganar con mentirte - protestó Ángel.

-Mira- dijo Cherry. -No puedo llamar al Sr. Alekos excepto por una emergencia. No le gusta que lo molesten cuando está trabajando. Además, podría entrat en problemas.

Ángel inhaló profundamente - Esto es una emergencia, y el Sr. Alekos es el único que puede ayudarme.

Cherry miró a Ángel de pies a cabeza. Luego volvió a mirar a los ojos marrones de Ángel -¿Qué hizo? ¿Te dejó embarazada? Si es así, es mejor hablar con su abogado.

Ángel se sonrojó y por un segundo dudó de su decisión. Pero si no hablaba con Aleko y lo convencía de que la ayudara, no sabía cómo podría alejarse de Carlos.

Ángel miró a Cherry - Sí, estoy esperando a su bebé y no me iré hasta que hable con él. Llámalo y dile que necesito hable con él.

Cherry suspiró antes de contestar el teléfono. - Sr. Alekos, una mujer lo está buscando. Dice que está embarazada - dijo Cherry cuando Alekos respondió la llamada. - Me dijo que su nombre es Angélica Hernández - Cherry miró a Ángel y entrecerró los ojos.

- No conozco a ninguna mujer que se llame Angélica - Ángel escuchó la voz de Alekos.

- Dile el nombre Ángel y que soy hija de Luis Hernández - le dijo Ángel a Cherry.

La mujer le repitió a Alekos lo dicho por Ángel.

Después de un breve silencio, Ángel escuchó a Alekos decir - Dile que suba.

Cherry puso el teléfono en su lugar y le dio a Angel una tarjeta de visitante - Con esto - dijo Cherry - va hasta el último piso y enséñaselo a Florance, la secretaria del señor Alekos. Ella te dejará entrar a su oficina.

Ángel tomó la tarjeta de las manos de Cherry - ¡Gracias! - dijo antes de dirigirse al ascensor. Mientras subía empezó a tener algunas dudas.

¿Y si se niega a ayudarme? ¿Qué haré entonces? ¡No tengo a nadie más a quien recurrir! -pensó. Ella negó con la cabeza - Pero al menos puedo decir que lo intenté.

El ascensor se detuvo en el último piso y Ángel fue a hablar con Florance. Esperó pacientemente a que Florance informara a Alekos de su llegada.

- El Sr. Alekos te verá ahora - dijo Florance.

Cuando Ángel estaba frente a la oficina de Alekos, tocó la puerta y entró.

Alekos Raptou estaba sentado ante su gran escritorio de caoba. Estaba más maduro desde la última vez que Ángel lo vio. La miró con fríos ojos azules.

- Ángel Hernández - dijo Alekos, casi escupiendo su nombre.

- Alekos.

Estaba de pie, y era alto. Alrededor de 1.95m. Él caminó hacia ella y ella tuvo que inclinar la cabeza hacia atrás para poder mirarlo a los ojos porque Ángel solo medía 1.60m.

Alekos atrapó a Ángel entre su cuerpo duro y la puerta y puso sus manos alrededor de su cabeza.

-¿Qué es esa mierda de que te dejé embarazada? - Alekos le gruñó. - ¡Porque la última vez que lo comprobé, no me había follado a la hija de un duque!

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Recién lanzado: Capítulo 1 Escapando   11-28 09:42
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1 Capítulo 1 Escapando
17/04/2022
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