Estaban destinados a estar juntos por siempre. Se conocieron y se enamoraron, pero ese amor no siempre fue correspondido. Idas y vueltas en una historia que hará ilusionarse a todos los corazones que quieran encontrar el amor para siempre.
La vida esta llena de casualidades, o coincidencias. O las dos al mismo tiempo. Y esas situaciones son las que hacen estar a dos personas en el momento y lugar indicado.
Y así sucedió.
Esa noche Lucía y Francisco estaban destinados a cruzarse y empezar una historia que nunca tendría final.
Lucía y sus amigas se prepararon para salir a bailar esa noche, cono todos los fines de semana.
- Me queda bien esta pollera, no es muy corta? - pregunto Lucía.
- Estas hermosa amiga!- le respondió Eli.
- No se, me da miedo que sea muy reveladora.
- Mejor! Quizás hoy conozcas al amor de tu vida.
- Ni amiga, ya deje de creer en el amor.
Lucía venía de desengaños amorosos y ya no quería volver a sufrir. Tenía algo así como 30 años pero llevaba una vida sin preocupaciones ni restricciones.
Pero esa noche cambiaría su vida.
Con su pollera corta, blusa escotada, sus rizos descontrolados y sus ojos color miel que apenas maquillaba. Su belleza era natural y no necesitaba producirse demasiado. Así fue como llegaron a un boliche donde con sus amigas era habitue. Y esperando para entrar lo vio, estaba Francisco, un joven que días atrás había conocido. Se acercó y lo saludó:
- Hola Francisco, como estas? - dijo ella.
- Hola! Saludo el y la ignoro.
- Te acordas de mi?
- No- respondió el y se alejó.