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Al ver la noticia de que se iba a casar, se volvió hacia su hijo y le preguntó con una sonrisa:" Tu papá quiere casarse con otra mujer. ¿Qué piensas, cariño? " "¿Qué tal si le robamos todo su dinero? Sin dinero, nadie se casará con él, ¿verdad? Se quedó sin habla al escuchar la idea de su hijo. ¡Qué chico más astuto!
"Según nuestra fuente, Esteban Pei, director ejecutivo del Grupo TJ, y Janiya Mo celebrarán una fiesta de compromiso el sábado y también anunciarán la fecha de su boda ese día. Los miembros de la familia de la novia confirmaron esa noticia. Seguiremos los detalles para traerles más actualizaciones sobre esta historia más adelante".
Al finalizar el reportaje, Margaret apretó el botón de pausa y la imagen de un hombre guapo se congeló en la pantalla.
La mujer estaba sentada en el sofá con un niño de seis años y ambos se miraron. Luego posaron su mirada en la pantalla del televisor donde se mostraba el rostro del llamado director ejecutivo del Grupo HJ.
Ella entrecerró los ojos ligeramente, miró al chico que tenía al lado y sonrió con malicia.
"Caspar, tu padre se va a comprometer con otra mujer. ¿Qué crees que deberíamos hacer?".
El pequeño parpadeó un par de veces y luego esbozó una sonrisa maliciosa.
Finalmente sugirió: "Mami, ¿qué tal si le robamos todo su dinero? Cuando un hombre es rico, todas las mujeres lo persiguen, pero si no tiene dinero, ninguna estará dispuesta a casarse con él".
El rostro de Margaret se ensombreció de inmediato, y si no conociera a su hijo, se sentiría incómoda con su forma de expresarse.
El mantra de la Gran Compasión resonó repentinamente en la sala de estar.
Este era su tono de llamada especial para el trabajo. Actualmente ella estaba de vacaciones, de modo que no sabía por qué la habían llamado. Sin embargo, el timbre interrumpió su intento de darle una lección al niño.
Caspar pensó que su madre no lo escuchó, así que se puso de pie y sacó el control remoto escondido detrás del mural.
Se lo entregó y dijo: "Mami, tienes una llamada".
La mujer le acarició la cabeza con cariño, lo sostuvo entre sus brazos, le quitó el dispositivo, apuntó hacia la pared y presionó el botón.
La superficie blanca se volvió negra e inmediatamente apareció una pantalla de cristal. En esta había una mujer con máscara de mariposa, pero la pantalla estaba demasiado oscura para distinguir su rostro con claridad. Solo se veía que era encantadora y estaba de pie dentro de una habitación carente de luz. A pesar de su aspecto tentador, daba la impresión de un agobio interminable.
No obstante, Margaret y Caspar ya no se sentían así porque la habían visto innumerables veces y, por la forma en que lucía ahora la mujer, sabían que esta tenía otra tarea para ella.
"Yvette, ¿cuál es la misión esta vez?", Margaret tomó la iniciativa de preguntar. Desde que ingresó en el Grupo ST, se dio cuenta de que no sería una persona común nunca más.
"Quiero la pintura al óleo El Aschube", la otra le respondió en un tono monótono y formulista, desprovisto de emociones.
Yvette era la famosa mensajera del Grupo ST en el inframundo.
En este no se integraban más que ladrones con grandes habilidades. Hasta el momento, todas las transacciones se realizaban en línea, por lo que el grupo era realmente un misterio.
Hace siete años, a Margaret la expulsaron de la familia An y accidentalmente se convirtió en miembro de este grupo de ladrones. A partir de entonces, se volvió una profesional del robo.
Estuvo en esa actividad hasta que quedó embarazada y dio a luz a Caspar. Luego continuó con el negocio, puesto que no resultaba fácil alejarse por mucho tiempo. Ahora que finalmente tuvo la oportunidad de tomarse unas vacaciones, apareció otro trabajo inesperadamente.
"¿Qué? ¿El Aschube?".
Ella conocía que se trataba de una colección codiciada por todos los coleccionistas del mundo y se estimaba que valía ochenta millones de yuanes, pero alguien ya la había comprado en secreto. Además, hasta ahora nadie sabía quién era el comprador.
Al pensar en esto, sus ojos se iluminaron.
"¿Sabes dónde está?", preguntó emocionada.
"En la villa de la familia Pei", respondió Yvette con indiferencia.
"¿Qué? ¿Familia Pei?". Margaret abrió los ojos, asombrada, mientras se preguntaba si esa familia era la que estaba pensando.
"Sí. Esteban Pei compró el cuadro en secreto hace tres años y este debe estar en su dormitorio en este momento".
La mensajera confirmó sus sospechas. Realmente era él.
La joven se quedó atónita.
"Esa es la casa de papá, ¿verdad?".
Caspar preguntó de repente, con su dedo meñique apuntando a la pantalla del televisor. Fue entonces que su madre miró detenidamente la imagen y vio la famosa pintura colgada en la pared de la habitación del hombre.
La expresión de su rostro se oscureció y repuso enojada: "¿Por qué me escogiste para esta tarea? ¿Acaso soy el único miembro del Grupo ST?".
"Por supuesto que no, pero eres la única que está disponible en este momento". La otra contestó con voz fría y sin emociones como antes.
Margaret se quedó sin habla.
No supo cómo reaccionar al escuchar los motivos que la mensajera expuso. Tampoco consideraba que estuviera tan ociosa como creían.
Sin embargo, no se atrevió a objetar algo más.
"Tienes tres meses para cumplir con esta misión. Buena suerte".
Yvette desapareció de la pantalla después de decirle la fecha límite.
Entonces, la chica sonrió maliciosamente, absorta en sus pensamientos, mientras observaba la pared blanca, que ya había vuelto a su aspecto original.
'Bueno, tengo tres meses para realizar esta tarea. Creo que es tiempo suficiente para jugar con Esteban'.
"Mami, sonríes de una manera muy desagradable".
Caspar se quejó y se cubrió el rostro con las manos, ante la idea de que su madre estuviera pensando en algo vergonzoso. De lo contrario, no podría sonreír de ese modo y su rostro no estaría tan distorsionado.
Margaret ignoró la reacción de su hijo. Simplemente lo tomó por los hombros, giró su cuerpo pequeño y grueso hacia ella y le sonrió alegremente.
"Bebé, ¿quieres ver a tu papá?".
"No". El niño creía que ya tenía suficiente con una madre tonta, así que un padre idiota solo le haría su vida más aburrida.
Se quedaba sin palabras ella con la respuesta, pero para ganarse al chico, debía sonreír todo el tiempo.
"Cariño, es tu papá y tiene mucho dinero. ¿No te gusta eso? Mami te llevaré a conocerlo, ¿de acuerdo? Entonces toda su fortuna será tuya".
En cuanto Caspar la escuchó mencionar las riquezas, guardó silencio y se sostuvo la barbilla como si estuviera meditando.
Sabía que su padre era rico, mas nunca había considerado el hecho de que toda su fortuna le perteneciera. Si eso sucedía, podría comprar un montón de pirulís.
La fantasía iluminó sus ojos en un instante y no pudo evitar babear.
La madre notó que su hijo estaba tentado y volvió a hablarle para terminar de convencerlo.
"Lo único que tienes que hacer es entrar en esa casa y traerme el cuadro. Entonces podrás comprar y hacer lo que quieras".
El niño se sintió muy emocionado.
"Incluso puedo ir al bar con el tío Leonel?". Con una mirada expectante pensó en el hombre, ya que este lo había llevado antes ahí. Sin embargo, Margaret los atrapó y sacó a su hijo de ahí, sin permitirle volver nunca más.
Ahora este pensaba que tenía la oportunidad de regresar y se reflejó un brillo en su mirada.
La madre se quedó muda y maldijo a Leonel miles de veces en su interior. No era un buen hombre, puesto que quiso extraviar al pequeño llevándolo a esa clase de lugares.
La próxima vez que lo viera, definitivamente lo golpearía para saciar la sed que le provocaba la ira en su corazón.
Aunque tuvo deseos de golpear a Caspar también para darle una lección, decidió contenerse. Después de todo, todavía necesitaba su ayuda en el futuro.
Finalmente dejó escapar una risa tonta y le pellizcó su rosada y abultada mejilla.
"Por supuesto que puedes, con la condición de que ayudes a mami a apoderarse de ese cuadro".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
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