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Después de tres años de matrimonio, Becky finalmente se divorció de su esposo, Rory Casper, quien nunca la había amado. Solo tenía ojos para una mujer, y esa mujer no era otra que su cuñada, Babette. Un día, ocurrió un accidente y Becky fue acusada de ser la culpable del aborto de Babette. Toda la familia se negó a escuchar su explicación. Rory incluso la obligó a elegir entre arrodillarse frente a Babette para disculparse y divorciarse. Para sorpresa de todos, Becky optó por lo último. Después del divorcio, los Casper descubrieron que la mujer que consideraban viciosa y materialista era en realidad la heredera de una familia súper rica. Rory, mientras tanto, se dio cuenta de que su exesposa era realmente encantadora, hermosa y confiada, en una palabra, se enamoró perdidamente de ella. Pero ya era demasiado tarde, ella ya no lo amaba... Frente a la apasionada conquista de su exmarido, ¿lo aceptaría Becky? ¿O habría otro hombre que se adelantaría a ganarse el corazón de Becky?
La familia Casper era bastante conocida por todos en Courtbush. Elmore Casper, uno de los ancianos, cumplía la venerable edad de ochenta años y ese día celebraban un festejo en su honor. Como era una familia de elevado estatus social y poder, muchos invitados distinguidos habían hecho acto de presencia y el ambiente en el lugar era bastante animado.
Sin embargo, en medio de toda la fiesta, un repentino grito ensordecedor se escuchó desde el jardín dejando atónitos a los presentes.
Alguien pudo reconocer que era la voz de Babette Casper, la esposa del nieto mayor de Elmore. Ella estaba embarazada y su esposo había fallecido, lamentablemente. Apenas escucharon el grito, los miembros de la familia corrieron al jardín de inmediato para ver qué estaba pasando.
Dentro de la amplia piscina, dos personas parecían estar ahogándose.
Antes de que cualquier reaccionara, Rory Casper se zambulló en el agua para rescatar a Babette y llevarla hasta a la orilla.
Al mismo tiempo, los guardias de seguridad también nadaron en la piscina para salvar a la segunda persona que se estaba ahogando: Becky Casper.
Cuando esta última regresó a la casa con la ropa completamente empapada, los sirvientes y demás empleados que pasaban por un lado ni siquiera se voltearon a verla un segundo.
De hecho, era bastante obvio que a nadie le importaba que Becky casi se hubiera ahogado, ni tampoco se preocupaban por ella en general.
Lo cierto era que, después de vivir con esa familia durante más de tres años, ella se dio cuenta de que su posición posiblemente era inferior a la del perro criado por la hermana de Rory.
Por la gravedad del accidente ocurrido a Babette en su condición de embarazada, toda la familia Casper acudió al hospital a toda prisa para acompañarla.
Becky, por su parte, se fue directamente a su dormitorio. Una vez allí, se dio una ducha y se cambió de ropa. Por lo que había ocurrido, sentía un malestar en su cuerpo, así que se hundió en la cama para tratar de descansar. Pero justo cuando se había quedado dormida, Rory la sacó de la cama.
Cuando la muchacha vio quién la había despertado, sus ojos de inmediato se enrojecieron llenándose de lágrimas. "¿Ya regresaron? ¿Cómo está Babette? Escúchame, Rory, por favor. Yo no la empujé a la piscina. ¡Te lo juro! Debes creerme".
Él se burló con evidente frialdad: "Guarda tus excusas para el abuelo".
"¿A qué te refieres?", preguntó ella.
Sin revelarle ningún detalle más, este solo informó con dureza: "El abuelo quiere hablar contigo". Él no quería desperdiciar un minuto más de su tiempo con Becky.
Poco después de que Babette llegara al hospital, perdieron el bebé.
Ese bebé era el único heredero del hermano mayor de Rory, y ahora, por culpa de Becky, perdieron al niño para siempre.
No era ninguna sorpresa que Elmore estuviera realmente furioso por lo ocurrido. Por eso, apenas regresó del hospital, el abuelo solicitó que la llevaran ante él para interrogarla.
Todo el cuerpo de Becky se puso rígido en tensión. La posibilidad de enfrentar al anciano le generaba un miedo aterrador que se extendía por cada fibra de su ser.
Ella había estado casada con Rory durante mucho tiempo. De modo que sabía muy bien cómo Elmore castigaba a aquellos que cometían graves errores.
¡Les daba una paliza!
A pesar de todo, Becky nunca imaginó que los demás simplemente ignorarían su explicación de ese modo. Ni siquiera le dieron la oportunidad de contarles su versión de los hechos y solo creyeron lo que dijo Babette sin dudarlo.
Mientras era arrastrada por su esposo, quien la obligaba a caminar a grandes pasos, ella vio el perfil de su rostro y no pudo evitar pensar que él era indudablemente hermoso. Sin embargo, ese hombre nunca había sido gentil o amable con ella desde que se habían casado.
En ese punto, el malestar que Becky tenía por haber caído en la piscina se había convertido en una fiebre realmente alta. No obstante, a nadie le importaba su condición.
Ahora que Babette había perdido a su hijo, Becky sabía que todos en la familia, incluido su propio esposo, querían desollarla viva. Pensando en lo anterior, la mujer frunció los labios y dijo: "Puedo caminar yo sola, no es necesario que me arrastres así".
Rory la miró fijamente. En los ojos del hombre había asco y rabia, sin ningún leve rastro de simpatía o lástima por su esposa. "Apúrate", dijo finalmente con voz de hielo.
Sin esperar una respuesta, él se dio la vuelta y aceleró sus pasos hacia la sala. Al ver cómo se alejaba, la mujer de repente sintió la certeza de que durante los últimos tres años su vida no había sido más que un chiste.
La sala de estar de la magnífica y lujosa casa estaba brillantemente iluminada. La familia Casper, por supuesto, estaba toda reunida allí esperando.
"¡Arrodíllate!".
Tan pronto como Becky entró en el lugar, el abuelo Elmore le arrojó una taza de té y le gritó con voz autoritaria.
Ella, sin embargo, se mantuvo de pie inmóvil, tranquila y serena. "¿Por qué?", dijo finalmente fingiendo calma en su voz.
Después de todo, ella no había hecho nada malo. ¿Por qué debería, entonces, arrodillarse frente a todos?
Su actitud solo logró enfurecer aún más a Elmore, quien le gritó indignado a su nieto: "¡Rory, esta mujer es tu esposa!".
Justo cuando Becky abrió la boca para intentar explicar la situación, Rory de repente levantó la mano y presionó fuertemente su hombro con la palma. "Arrodíllate", le ordenó.
Bajo la fuerte presión de su mano, Becky se vio obligada a obedecerlo.
"O te arrodillas o nos divorciamos", sentenció el esposo con una terrible voz de amenaza.
Melissa podía tolerar ser engañada y humillada; pero si la acusaban de algo injustamente, sería una historia diferente. A los ojos de su esposo, tres años de matrimonio eran menos importantes que una simple lágrima de su amante Arielle. Y finalmente, él la abandonó sin piedad en un día lluvioso. Cinco años después, Melissa reapareció con sus adorables gemelos; esta vez, se convertió en una médica de fama mundial. Fue entonces cuando su exmarido, Everett, le pidió que ayudara a Arielle... "Abuelo, si quieres hablar con mamá, primero tienes que pasar una prueba". El hijo pequeño de Melissa, Merrick, levantó con orgullo la barbilla. "¿Abuelo?". Everett se preguntó si parecía tan viejo. "Papá, sí eres muy viejo... ", dijo Lindsey, la hermana gemela de Merrick con un puchero.
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Janice, la heredera legítima olvidada hace tiempo, se abrió camino de vuelta a su familia, volcándose en ganarse sus corazones. Sin embargo, tuvo que renunciar a su propia identidad, sus credenciales académicas y sus obras creativas en favor de su hermana adoptiva. A cambio de sus sacrificios, no encontró calor, sino un mayor abandono. Decidida, Janice juró cortar todo vínculo emocional con ellos. Tras quitarse la máscara, ahora era conocida como maestra en artes marciales, experta médica y célebre diseñadora que sabe ocho idiomas. Con una nueva determinación, declaró: "A partir de hoy, nadie de esta familia se cruzará conmigo".
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.