/0/822/coverbig.jpg?v=bb9e9f7c8b8352df49c21833d7a702a2)
Lo que pudo haber sido una simple mañana, terminó convirtiéndose en un verdadero caos en la vida de los mejores amigos Beatriz Tudor y Manuel Gutiérrez. Ambos saliendo con personas distintas, se despiertan en la misma cama, desnudos, asustados y llenos de dudas. Pero, afortunadamente, no es nada que el tiempo no pueda responderles.
Ama un solo día y el mundo habrá cambiado.
-Robert Browning-
Lo que pudo haber sido una simple mañana, terminó convirtiéndose en un verdadero caos en la vida de los mejores amigos Beatriz Tudor y Manuel Gutiérrez. Ambos saliendo con personas distintas, se despiertan en la misma cama, desnudos, asustados y llenos de dudas. Pero, afortunadamente, no es nada que el tiempo no pueda responderles.
Los primeros rayos del sol se asomaban por el horizonte en medio de las nubes, invadiendo lentamente la habitación provocando que los ojos negros de Beatriz parpadearan un poco antes de abrirse por completo.
Parpadeando, Beatriz miro alrededor de la habitación. La decoración era moderna, en tonos gris, crema y blanca, pero no era su habitación ni la de su novio y definitivamente no era una de las habitaciones de la enorme casa de su mejor amiga Samantha. La cama era tan blanda que Beatriz se imaginó recostada sobre una nube, por no hablar de la suavidad de la almohada.
Sentada en la cama, el edredón blanco se deslizo, revelando su desnudez. Beatriz se sorprendió al cubrirse rápidamente, antes de asustarse y mirar hacia la derecha.
Un hombre boca abajo dormía boca abajo, con sus fuertes brazos sobre la almohada de un blanco inmaculado, había una barba incipiente que marcaba su mejilla y su respiración era tan tranquila que parecía vivir plenamente feliz en el mundo y no era su novio.
¿Dónde estaba? ¿Por qué estaba desnuda? ¿Qué hombre era ese y porque compartían la misma cama? ¿Había bebido tanto la noche anterior para terminar engañando a su novio Fernando y despertar en la cama de un extraño?
Intrigada, la mujer se estiro un poco más en un intento de por ver el rostro de su compañero de cama, a pesar de que estaba temblando horrorizada. Cuanto más se acercaba más rápido latía su corazón. Su cabello castaño revuelto, esa boca roja y carnosa, sus cejas pobladas definidas, su rostro era blanco pero sonrojado.
-Beatriz: no no no ¿como paso esto? Debe ser un horrible sueño -
Dos segundos bastaron para que Beatriz tragara saliva, retrocediera y se levantara de la cama completamente asusutada.
¡Ahhhhhhhhhhh! Grito acurrucandose sobre las mantas y tropezando con sus propios pies antes de estabilizarse contra la pared.
-Manuel: ¿que carajo? - escucho un murmullo bajo del otro lado de la cama, donde agarro la sábana blanca para cubrir sus hombros porque solo vestía un bóxer de color negro.
-Beatriz: ¿Manuel? - Grito desesperada al ver al hombre que más parecía un clon adulto de su mejor amigo de toda la vida-
-Manuel: ¿Beatriz? - grito al ver a su amiga completamente diferente a la noche anterior-
Su cerebro todavía estaba procesando lo sucedido en la noche anterior, Beatriz lo miro de arriba abajo y descaro cualquier pensamiento que insinuara malacia.
-Beatriz: ¿crees que nosotros? - horrorizada se escondio aún más en el edredon-
-Manuel: no, tenemos que analizar lo que paso ¿que paso? Quiero decir, no me acuerdo de nada-
-Beatriz: ¿que hicimos? -
Murmuro asustada mirando la cama y ropa tirada en el piso, habia traicionado a su novio y lo mismo habia pasado con Manuel.
-Beatriz: mierda Manuel - grito abriendo una puerta que resulto ser la del baño.
Apoyándose en una tabla de madera Beatriz se encontró con un espejo. Su piel dorada y suave brillaba a la luz blanca, su rostro estaba más delgado y sus ojos brillaban de una manera imponente que apenas reconocía. Su cabello castaño tenía puntas más claras y era más suave que las ondas que habia hecho la noche anterior para la fiesta. Su cuerpo maduro, formado y escultural formaba una gran diferencia con el de Beatriz de dieciocho años.
Le tomo unos minutos recuperarse de su trance, vistiendo un atuendo que encontró colgado atrás de la puerta del baño. Eran jeans oscuros y un suéter de punto color crema, se recogió el cabello en un moño bajo y suspiro sin dejar de ver el espejo.
Manuel, ya vestido, se quedó mirando por la ventana del dormitorio, tratando de junar pedazos de la noche anterior en su cabeza.
-Manuel: no puedo recordar nada y no tengo idea de donde estamos - se vuelve mirando con tristeza de su amiga-
-Beatriz: ¿Cómo has cambiado tanto? - Asustada-
Beatriz ahora podía ver claramente que algo andaba mal en él también.
Con el ceño fruncido por la confusión, Manuel no entendió a qué se refería su amiga hasta el momento en que ella le dio paso al baño.
El español rodeó la cama hacia el espejo cuando vio su reflejo. Manuel se detuvo un poco asustado. Su barba era fina, levemente aparente, como si la hubiera dejado por la mañana. El físico fuerte, los labios gruesos, los rasgos pesados y los ojos un poco más oscuros, pero aún con el mismo tono miel. Su cabello también se había oscurecido y ahora era más corto que el corte que llevaba la noche anterior, dándole una pose de adulto.
La ropa que vestía era un pijama que había encontrado en el piso que le sentaba perfectamente: pantalones a cuadros y una blusa blanca con mangas lisa, que habría estado un poco holgada anoche.
-Manuel: Vale, tenemos que solucionar lo que paso - murmuró Manuel volviendo a la habitación y sentándose en la cama.
-Beatriz: ¡Eso es! ¿QUÉ SUCEDIÓ? - La brasileña podría asustarse fácilmente si no se entera de lo que está pasando en ese momento.
-Manuel: ¡Oye! ¡Mantén la calma! - Se levantó y la abrazó en el momento en que vio las lágrimas brotar de los ojos de su amiga. - Quizás no pasó nada -
-Beatriz: ¿Nada? Manuel, ¿a quién queremos engañar? Nos despertamos desnudos en una cama que no es la nuestra y en una casa que no conocemos- murmuró, apretándose aún más
-Manuel: Mantén la calma, ¿vale? Salgamos de esta habitación y averigüemos qué pasó juntos y sea lo que sea, también nos enfrentaremos juntos. -
Él sonrió cálidamente y tomó su mano mientras salía de la habitación.
Caminaron por el pasillo con un montón de hermosos dibujos dibujados. Beatriz incluso se detuvo a admirar uno. Era muy similar a un dibujo que había hecho a los 14 años, solo rediseñado por una mano adulta y experimentada. Ella sonrió por primera vez ese día. Si la casa realmente le perteneciera a Samantha, Beatriz estaría feliz por el reconocimiento y el cariño de su amiga. Hasta que recordó que se había acostado con su novio.
Bajaron las escaleras blancas cubiertas de alfombra gris con miedo y se encontraron con una bola de pelaje blanco y negro que maullaba al pie de las escaleras, subiendo contra ellos.
El gato se frotó entre las piernas de Manuel mientras maullaba desesperado. La pareja se detuvo allí en medio de las escaleras en el mismo momento, paralizada por el gato.
-Manuel: Samantha es alérgico a los gatos - se percató cuando tomó al animal en su regazo, el cual ronroneaba. - Si se acerca a un animal así se enferma, la casa no puede ser de ella -
Beatriz se acercó al collar azul del animal y vio la escritura en la placa redonda de plata entre el suave pelaje.
-Beatriz: Mozart. Su nombre es Mozart - sonrió satisfecha, dejando al gato en el suelo -
No había nadie en la casa, pero eso tampoco impidió que los intrusos la admiraran. Un juego de luces en el techo, una mesa de comedor de cristal blanquecino, sillas aterciopeladas y un enorme sofá gris. El televisor estaba pegado a la pared de "madera" y en el estante había varios libros y marcos de fotos.
-Manuel: Veré si hay comida o algo, y tu mira si encuentras algo que nos dé una pista de dónde estamos -
Estuvo de acuerdo mirando a su alrededor. Beatriz vio los elementos decorativos en la mesa de café y vio una revista. Su novio era una portada con ¿Samantha? "El cantante Fernando Gutiérrez se divierte en una fiesta con su pareja Samantha Martínez" Beatriz se atragantó con su propia saliva, sintiendo cada vello de su cuerpo erizarse. ¡¿Qué carajo?!.
Tratando de no distraerse con el artículo de la revista, se volvió hacia el estante donde vio dos marcos. Uno era suyo y de Manuel abrazados y sonrientes en ropa de invierno con una gran nieve de fondo y el otro también era de ellos. La foto era una selfie tomada por ella haciendo una mueca mientras él le daba un beso en la mejilla derecha. La fotografía estaba llena de felicidad y no pudo evitar sonreír. Caminando hacia la izquierda, vio dos fotografías más: Una era de Samantha, Manuel, Beatriz y Fernando abrazados con una amplia sonrisa y la otra era ella y Manuel besándose.
Beatriz dejó caer el marco de un susto, lo que hizo que el impacto del mini marco en la alfombra sobresaltara a Gutiérrez que salió corriendo de la cocina.
-Beatriz: Nosotros ... Nosotros ... - Tartamudeó-
-Manuel- ¿Qué pasó? Nosotros que? - Cuestionó con aprensión-
-Beatriz: ¡Dios mío, yo ... esto ... esto es imposible! -
La morena recogió la revista de la mesita de café y buscó algo específico en la portada, quedando paralizada al encontrarlo.
Manuel al ver un gran marco en la pared que dividía la escalera en el vestíbulo de entrada. Pasó por una Beatriz estática y fue en contra de lo que estaba enmarcado: Un collage del mismo titular, con un reportaje, título, subtítulo y una foto enorme que no podía ser ignorada.
Colgó el cuadro y miró los escritos en estado de shock.
-Beatriz: Manuel me creerías si te dijera que en el año 2030 Samantha y Fernando estarán saliendo y - apenas pudo procesar. - ¿nosotros también? - Creo que es el 2030 y que somos novios.
"El director de fotografía Manuel Gutiérrez y su esposa, la artista Beatriz Tudor, en la alfombra roja de los Premios Emmy la noche de su primera nominación a Mejor Fotografía"
-Manuel: no Beatriz -
Su voz salió seria y ahora también temblorosa luego de leer y releer el titular en el marco.
Respirando, Manuel parpadeó con fuerza antes de girarse y mirarla a los ojos.
-Manuel: Estamos casados-
Bella y Felipe dos almas que tuvieron la fortuna de encontrarse y de vivir un amor tan intenso que ni el tiempo pudo borrar, y aunque el pasado separó sus caminos, el destino ahora los volvió a unir para volverlos uno solo.
¿Qué pasará cuando Isabela se dé cuenta que es parte de una apuesta?, ¿será que lo podrá perdonar? y ¿será que el al final de todo esto Julio aceptará que está mas que enamorado de la linda chica a la que le destrozó el corazón?
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!