-Ambos sabemos que no tienes como pagar, te despidieron hace un mes del restaurante y no consigue nada, el se encargo de cerrarte la puertas.- Continua el viejo, sin dar su brazo a torcer
-Sabes que puedo ayudarte aquí, a limpiar a lo que sea, pero no la saques, ella merece una oportunidad.- Le ruego.
-Tú también la merecías, pero así es la vida.- Suelta como si sintiese pena por mí, no le creo, porque si no me ayudaría, unas lágrimas se me escapan de los ojos recordando a mi padre, que murió en una accidente en la fabrica de los Cameron, nunca nos dieron nada, tuve que dejar todos mis sueños para sacar adelante a mi hermanita, mi madre nos abandono cuando ella nació, no he sabido nunca más de ella.
-Si todavía lo merezco.-Expreso, sorbiendo mis mocos, doy media vuelta sin despedirme para buscar a mi hermanita.
-Tal vez deberías pedirle una disculpa al señor Morrison, podría ser tu única oportunidad.- Sugiere el director y me dan ganas de vomitar, en sus zapatos, no me humillare ante ese malnacido abusador.
-Eso jamás, eso sería lo último que haría en mi vida.- Chillo asqueada.
-Debes pensarlo.- Escucho a mis espaldas y me alejo.
-No deberías venir mas, tú no tienes ningún futuro igual que tu hermana.- Le dice una niña empujando a Alexa mientras otras dos se ríe, y la maestra no hace nada ante el abuso, las niñas son crueles y son el reflejo de lo que dicen sus madres a mis espaldas.
-Alexa, vamos a dar un paseo.- Le digo
-Pero voy a clases.- Me dice ella con los ojos brillantes por las lágrimas.
-Hoy no, hoy vamos a pasarlo genial juntas.- Le digo con una sonrisa fingida, la llevo a l parque a pasear, y me siento en una banca a pensar en que puedo hacer para cambiar mi vida, si sigo por este camino, terminare rogándole al mal nacido que intento abusar de mi, esa no es una opción viable para mí.
Dos horas después vuelvo a mi casa, ella es el reflejo de cómo me encuentro, sus paredes con la pintura desconchada vieron mejores días, la puerta rechina y tengo un par de ventanas con los vidrios rotos que no he podido sustituir.
-Adele, tengo hambre.- Me dice ella sobándose la panza.
-Ya te preparo un pan tostado con mantequilla, - Respondo preparándoselo acompañado con un vaso de leche.
-Esta delicioso ¿Tu no vas a comer?- Me pregunta, el estomago me ruge.
Pero respondo, -no yo no tengo hambre, come tú y dejes nada okey.- Le digo y me siento frente al ordenador, comienzo a buscar trabajo ofertas de trabajo en línea, aplico para varias empresas de Valle encantado hasta que me topo con el anuncio de que una importante transnacional, esta ofertando el empleo de asistente de presidencia el sueldo que ofrecen es un sueño para mi, con ese dinero podría sacar adelante a mi hermanita e incluso pagar los estudios en administración de empresas que siempre he soñado.
No creo que tenga posibilidad de una entrevista, pero de todas formas envió en currículo, mientras tanto, me dedico a limpiar casas para llevarle el pan a mi hermana.
-No deberías usar ropa tan ajustada.- Se queja la señora Claudia, mientras supervisa como limpio su cocina, me vigila para que no me lleve nada.
-No tengo más.- Le explico, y sigo frotando la losa hasta que queda brillante.
-Le falta un poco por acá.- Me señala un lugar que acabo de limpiar, solo quiero marcharme, estoy cansada de todo esto.
-Listo.- Le digo después de limpiar.-
-No quede satisfecha con tu servicio, te voy a pagar solo la mitad.- Me dice descarada, siento que me suben y me bajan, ya tengo algo por la limpieza de otra casa.
-Sabe una cosa, señora Claudia, puede meterse el dinero por donde le quepa- Digo tomando el balde de agua sucia e intentando ensuciar todo lo que limpie.
-¡Estas demente, muchacha!-Chilla, intentando detenerme, pero es tarde soy más rápida que ella y hago un desastre.
-Ahora estoy satisfecha, vieja tacaña.- Le grito y salgo de la cocina dando un portazo.
-¡Malditos miserable!- Grito como una loca, estoy sucia, sudada y de mal humor, cuando llego a casa Alexa está viendo televisión.
-Creí que no llegarías nunca estoy aburrida- Me dice ella, veo la casa y está limpia.
-¿Limpiaste la casa?- Pregunto asombrada.
-Tengo que aprender, no puedes trabajar tu sola, si las dos trabajamos podemos comprar todas las cosas que necesitamos.- Me dice convencida y yo simplemente niego.
-Tu trabajo es estudiar.- Le respondo con voz quebrada.
-No soy una niña pequeña, no puedo ir a la escuela, porque no hay dinero.- Me dice ella resignada.
-Alexa, esto es temporal, yo haré lo que tenga que hacer para que tu tengas una vida diferente y te conviertas en la mejor doctora del mundo- Le prometo abrazándola.
-Lo que tenga que hacer, no implica volver donde Morrison, pongo en subasta la casa en Valle encantado no tenemos futuro, luego de eso reviso un correo electrónico en el que me informan que me esperan el lunes a primera hora para una entrevista en la transnacional NB, en el puesto de asistente de presidencia, miro hacia arriba y digo si no es una señal de cielo no se que será.
- Hoy es viernes, y recibo la oferta de compra de Ángel, el hijo de unos vecinos que viene a ver la casa.
-Lo que pides por la casa es mucho, te puedo dar la mitad.- Ofrece, después de quince minutos husmeando por todos lados.
-¡Eso no me alcanzara para nada!, mira esta casa es grande tiene cinco habitaciones y tres baños.- Le explico.
-Pero está en muy malas condiciones, hay que invertir mucho para volverla habitable.- Razona.
-Ángel, sabes que vale lo que pido- Chillo indignada.
-Y tu sabes que nadie te dará lo que vale, porque Morrison les dijo a todos que no lo hicieran, que si querías vender el precio lo pondría el.- Me dice el tipo, con descaro y lleva un bolso con el dinero, son tan sucios que no aceptare al menos no de esta forma, ya que lo más seguro es que me envíen a asaltar después.
-Supongo que esta vez perdí, pero tengo una condición, te firmare en el banco una vez me deposites todo el dinero, en mi cuenta personal.
-¿Desconfías de mi?- Me dice haciéndose el indignado.
-¿Tengo razón para confiar en ti? ¿O en alguno de este asqueroso pueblo?- Le pregunto
-¿Y qué vas a hacer, donde vas a vivir ahora?- Continua cuestionando.
-Eso no es asunto tuyo Ángel.- Respondo con una sonrisa colocándome un abrigo.
-Alexa.- Llamo a mi hermanita que viene hasta mi cabizbaja.
-¿Dime mamá?- Me dice ella, sabe que es mi hermana, pero desde hace tiempo me dice mamá, ya que ella no tiene a nadie más, le permití llamarme así.
-Colócate el abrigo, vamos con el señor al banco-Le ordeno inclinándome para ponerme a su altura.
-No quiero que vendas la casa, no es solo tuya.- Me dice haciendo un puchero, ella no quiere irse le gusta su casa, así no sea la más linda del mundo ahora mismo
-Cariño a veces debemos soltar, para poder recibir lo que nos merecemos, tu vas a ser la mejor doctora del mundo- Le digo yo.
-¿Pero porque tienes que vender?- Pregunta, no puedo responderle delante del tipo, ya que es una carta viva a Morrison, nadie sabe que nos vamos, no tengo amigos, ya que los pocos que tenia me dieron la espalda cuando mi padre murió, cuando más los necesitaba...
Ya tengo los dos boletos de autobús comprado y en el bolso de mano llevo todo lo que necesito para comenzar de nuevo.
-Porque hay un lugar más pequeño para las dos esperando.- Respondo sin decir en donde, en realidad lo único que tengo es la posibilidad de ese trabajo, sé que es arriesgado, que es algo ilógico, pero Valle encantado no me ofrece ninguna oportunidad, es un pueblo pequeño donde solo estoy sumando enemigos, si no es ese trabajo es cualquier otro, pero no acosadas como lo estamos siendo aquí.