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Juguemos a Ser Infelices

Juguemos a Ser Infelices

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No todos los juegos tienen finales en los que el ganador está feliz, al menos en esta Alma jugaba uno en el cual el dolor sería su casilla más seguida . La vida le tenía preparada un matrimonio , pero a la vez el destino metía la mano para que el amor estuviera, pero no dentro del, sino fuera. Juguemos a ser infelices, tiene drama, supernos, momentos de ira donde Alma no quiere pero debe ceder. Los ojos de Aex sería esa luz oscura la cual alimentaba su odio, pero esa niña, esa hija la cual no salió de sus entrañas, pero si logro ocupar un lugar en su corazón la hacían perder día a día un casi yero más de ese juego . Ahora el destino, luego que ella se doblegara que su cuerpo cediera a las pasiones, le regala una nueva carta para el juego y esa nueva carta la haría sufrir , la haría ver la maldad, pero sobre todo la llevaría a sitios oscuros donde quizás ella al poblar del néctar de lo prohibido no quiera jugar más y al fin decidid ir si quiere seguir con JUGUEMOS A SER INFELICES.

Capítulo 1 El Cominzo del Juego

La vida no siempre no es perfecta eso lo sabemos todos, pero no pensé que la mía cambiaría tanto y así sin casi avisar.

Mi edad 22 años, mi cuerpo es simples buenas curvas, ojos bonitos, soy de 1.50, cabellos rubios por el hombro y ojos del color de la miel casi verdes, piel blanca, una vida que todas querían si la ven de fuera, mi familia es muy defectuosa, un padrastro violento, una madre débil, pero podía con todo eso porque lo tenía a él. Pero cuando entras a la habitación de la casa de tu amigo, pero no cualquier amigo tu mejor amigo ese que no se te despega, que te cuenta todo y está en la cama con tu novio… Bueno esto quizás no es tan típico ¿NO? Sí, podrían dos hombres estar juntos, eso sí es normal, lo que no es normal es que tu novio esté en la cama con tu mejor amigo.

Ese día únicamente sentía la sensación de cómo la sangre de mi nariz se deslizaba y manchaba ese hermoso vestido azul, que él mismo me había regalado, paralizada, veía como sus cuerpos se rozaban y él besaba la parte íntima del otro y únicamente se sentían los gemidos de placer que retumbaban en la habitación, hasta que mi llanto no se contuvo y solo pude gritar.

— ¡No! — Ellos pararon, me miraron y buscaban con que cubrirse, pero no había nada allí para hacerlo. Mi amigo mirando mis ojos solamente noto que estaba matando el amor más puro, que no era el de mi novio, tal vez sería en otro momento, no, era el de mí mejor amigo. Sus ojos únicamente reflejaban la traición y mi alma no sanaba únicamente con perdones. Salí de allí corriendo y al bajar las escaleras no mire al cruzar y ese auto que salió de la nada y que no pudo frenar me dejó en la clínica

en la tomé

la peor de mis decisiones, desde ese día mi vida está ligada a la de él para únicamente ser infelices. El costo del hospital fue lo que detonó esta locura, mi padrastro no pudo pagarlo todo era una locura y yo seguía mal débil y muy triste me sentía más sola que nunca. Cuando Mario mi padrastro llegó con esa noticia de que este idiota debía casarse y que yo era la elegida no supe que hacer, cuando digo idiota me refiero al que me atropelló, era mi culpa lo sé fui yo quien se cruzó en medio de la calle, pero su tío alguien que aún no conocía se comunicó con Mario, pagó todo y allí fue cuando comenzó esta locura.

Mi padrastro, el ser más interesado de este mundo, dijo que si no querían un escándalo él debía hacerse cargo de mí, que él ahora ya podía con esto y los gastos de mi recuperación. Aún recuerdo la mirada de mi madre, cabizbaja no dijo nada ni se opuso más.

Únicamente una conversación en mi habitación fue lo que me regalaron de bodas. Recuerdo.

—Hija esto me lo perdonarás algún día ya verás, Mario está cansado hija él nos dio todo cuando tu papá murió ahora es mejor que...— Mamá él eligió y eso basta para que yo ceda, no quiero hablar con él, pero hubiera querido al menos decirle que le pagaremos pero... — ¡Ayúdame hija!

— ¿Y ese eso es lo mejor, eso es lo que dices? — Quería el apoyo de mi madre de alguien aquí, necesito amor y comprensión pero parece que eso ya no queda.

—Si lo es por el momento, su tío quiere su último deseo y el té eligió — Me río irónicamente.

—De verdad ¿En qué época vivimos?, ¡Él me elige y yo aceptó y todos felices!, ¿Dónde queda mi vida mama? ¿Dónde queda que yo decida? — La miro, ella no responde, ella no puede hacerlo. ¿Cómo podría?

— ¿Dime qué quieres hija? ¡Dime! ¿Que nos quedemos aquí, que un día no tengamos nada? la casa sabes que... — No la dejo seguir yo se la situación, no soy tonta pero quieren resolverlo todo conmigo.

—Mamá, ésta no es una película, esta es mi vida, ¿Entiendes eso? ¿Él tiene cuánto? ¿30, 35 años? ¡Yo tengo 22 mamá!... ¿En esta realidad dónde queda el resto de mi vida? — Abriendo muy grandes los ojos.

—Eres joven hija solo, solo ayúdame, sí — Rogó… ella quiere tomar mi mano, pero se la saco.

—Sabes que te salvas, pero me hundes en el proceso — Me paré de la cama, de verdad no haré esto. Salgo de la habitación, mi padrastro está en la sala con las cuentas en la mesa y una carta que levanta en el aire, es del banco nos van a embargar.

—Listo ¿Ves esto?, ¡Ahora si decídete porque nos arrastras contigo y está bien! yo puedo ir a donde sea, pero tu madre así como está no, no es justo — Es un maldito manipulador asqueroso.

—Me da igual me iré a la calle, no es mi problema, ustedes deben ver por mí.

— ¡No! ¡Ahora no, con 22 años no es tu momento, eres una adulta! ¿No te habías dado cuenta? ¿Sabes lo que ese hombre te puede dar? — Sí claro, pienso para mis adentros, una vida que no quiero solo que ellos quieren deshacerse de mí.

— ¡No me importa! —Él mueve su cabeza y de un solo movimiento levanta la mesa, tirando todo lo que está sobre ella y es allí cuando mi madre aparece y él se va sobre mí, me tomó del cabello y mi madre lo quita, pero él me suelta y de un empujón la lanza contra la pared haciendo que su cabeza pegue en el suelo al caer, esto es una guerra donde veo a mi madre en el suelo y a él a punto de hacer algo, sé que no la dejaría en un buen estado y le gritó — ¡Lo haré, lo haré, lo haré! — Él detiene su puño en el aire y viene hacia mí me tomó del brazo y dice lleno de rabia.

— ¡No juegues!, no lo hagas porque no te lo permitiré… dime ¿Realmente lo harás? — Clavando su mirada fría en la mía sin soltarme del brazo.

—Sí, ¡Si lo haré! — Él me suelta y toma las llaves del auto dirigiéndose hacia la puerta — ¡Vamos!

— ¿A dónde? — Le digo mientras ayudo a mi madre a que se levante.

—Vamos, te casarás ahora mismo.

—Mario no creo que p...

—Vamos o me voy y no más Irene te juro, si esta niña me humilla una vez más me voy —Mi madre llora y me mira con tal desesperación, sé que no quiere perder a nadie más.

—No mi amor eso no — Miro a mi madre y solo me causa lástima, ¿Cómo puede humillarse de eso modo?

Subo al auto y solo pienso que desde el accidente ya no tengo nada, los recuerdos de él y mi amigo en la cama me enferman, me hacen sentir una mierda y quizás esta sea mi vida, quizás lo merezca.

Minutos más tarde…

Ahora estamos aquí de pie esperando a que llegue el juez, se supone que a las 2 de la tarde un día miércoles del 2021, y sin dudas mi situación no es buena, pero si la vida quiere jugar conmigo yo lo haré con ella y jugaremos una vez más, solamente que esta vez no jugaré a ser infeliz.

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