Reina Oscura

me. —Miryam ¿Qué haces aquí?— que raro se supone qu

a Academia dónde pedía que volviera— dije

unté adentrándome a la gran oficina del señor Rosev

rpo yaciente sobre el suelo. —¿Qué le hiciste? Es tu padre— en el momento en qu

ra... es mejor que lo acompañes camino haci

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a qué? Para ser asesinado por una esclava negra que rescató— la voz gruesa de alguien me

males, por mucho que los vistan de seda— necesito salir

— un guardia rubio de ojos marrones se apr

mos?— no, no... necesito escapar de aquí, no pueden

ha favorecido nunca, pero... ¿Por qué? ¿Por qué ella? No lo ví por cinco meses debido a mis estudios en la Academia, aunque siempre lo llame señor Rosevelt él fue como un padre siempre, pero... estoy más asu

ora tal como ordenó— la persona que más me ha desp

os en un asalto al carruaje mientras viajaba al territorio de Lisbon. El sonido que

i padre— ¿Qué? Fuiste tú, fuiste tú... el empe

ido la clase de persona que eras desde un principio. —Aww... ¿También quieres un pañuelo? ¡No seas tan avariciosa, maldita, negra!— el choque de sus zapatos contra mis labios fue re

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ración, cuando yo me preparé por dos años, no, desde que pusiste esos sucios pies en mi casa, lo he hecho todo... ¡Maté a madre por tu culpa, envenené a padre y hermano por tu culpa! Por suerte Marco tenía el mismo sentimiento que yo, pero a fin de cuentas eres la única culpable de las decisiones que tomé, ¡tú mataste a madre, a padre y a hermano, fuiste tú!— su expresión da miedo en este momento, parece maniática, no, lo es. —Todo esto no hubiese terminado, así si te hubi

a rendirme, sirve para algo perra— el roce brusco y rústico de su miembro con el mío me causó un dolor interminable, interminable, porque al igual que él,

os se tornaron borrosos y la oscuridad s

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nda línea

enes 3 meses y ya intentas hablar, duerme otro rato, mi pequeña Miryam— cuando di mi último suspiro, toda mi vida paso en aquel corto espacio de suspenso y lo recuerdo todo a la perfección... es mi oportunidad de tomar venganza y saber por completo la verdad sobre Aristia, ant