img NO TE AHOGUES REYES DIOSES Y MUERTE  /  Capítulo 2 CAPITULO 2 | 40.00%
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Historia

Capítulo 2 CAPITULO 2

Palabras:1499    |    Actualizado en: 19/04/2023

uerpos irreconocibles, mientras que el caos aumentaba y accidentes de auto ocurrían ya que lo

Zar

vencerse a sí misa que todo era un sueño, que todo estaba bien, que su hermana y ella pront

mioneta para evitar que saliera de la tienda, lloraba porque no podía hacer absolutamente nada más que quedarse ahí, quieta

en sus r

n sin parar y ella sólo podía llorar. Aprender a usar la bicicleta no era fá

r bicicletista del m

rigió riendo—. Estás s

duele tanto ¿T

im

migo y cuando tú

azó y la im

z, estaba en su habitación con la fotografía de sus p

ntras acariciaba el cabello

ue la mantenía viva, se había convertido en

l refugiarse y esa era Zara, cuando ella se marchó de

nti

n? —escuchó una vo

scubriendo que se encontraba en la cama de un

os, tocó su car

olsas, vasos, popotes, repelentes de mosquitos y más cosas para cuidar el medio ambiente y había creado algo importante para combatir la extinción de cierto animal que no recuerdo su nombre, perdió todos los datos de años de investigación además el día de su presentación en lugar de mostrar a los empresarios su descubrimiento aparecieron fotografías mías y música

su antiguo empleo y no habría necesidad de celebrar, ni

amable doctora revisaba su presión arter

está mi

intió al mismo tiempo que tra

hermana? —volv

, edad y dónde vives? —sig

h un pueblo que está al norte de Estados Unidos, muy

ue sabía que lo que sucedería a continuación era un mar de malas noticias, triste porque sab

nrió y la mir

ción, pero podemos ayud

a lluvia la asesinaba! —gritó

rto, su cuerpo segurame

ató de ser fuerte y no llora

mis

a Dara y ella fue a buscarla al hospital. Cuando entr

ue no saben que es lo que sucedió —d

el agua mató a to

apretó m

rpo de Zara, necesito… despedirme —tenía la voz

tuvieron que esperar durante toda la noche para que les hablaran a la casilla y así pedi

ó a la señora que a

l motivo de

e como la lluvia destrozaba su cu

ar en su computadora, al parecer no había do

ncuentras algún parecido a tu hermana nos lo notificas, te advierto que lo que verás es

ara y yo…

a, un guardia

amiga? —la señora n

rsona,

lo que causó

eron los alienígena

ar? —cuestionó Dara —. Mi

pueden marcharse a identificar el cuerp

varios cuerpos en planchas de metal, todos tenían telas blancas encima. Otro guardia levantó la sábana blanca para mostrar el cuerpo de una mujer de cabello rubio, ella tenía el cabello corto a los hombros, Eliza se quedó inmó

o verla, porque tenía todo el sentimiento acu

de los ojos y la nariz, tenía los labios en perfecto estado, incluso tenía el labial color morado que tanto le gustaba, llevaba puesta una camisa blanca de botones y su pantal

eso, estaba dura y fría, ante e

lo impediría. Dara la llevó a casa y se quedó a dormir con ella, aunque no logró pegar los ojos en la noche. No durmió durante dos noches seguidas y tampoco de despegó del televisor tratando de ocupar la mente pa

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