su jefe estaba asomado a la puerta de la ofi

ente hasta allí escol

—saludó a

te en la policía y era muy eficiente en todo lo que hacía, muchos esperaban que llegara a co

s tres policías, pero entraron sin hacer ningún comentario, sabían que cua

ley que quedó parado al lado de la sargento Hu porque

especial tú, Landon —lo dijo medio sonriendo con su acostumbrada “media s

ero usted sabe que sin estos d

con voz grave— Y eso es justamente lo que v

dijo O’Malley cambiando de posici

rciendo un poco el gesto— Así que eso no me impresiona. Qu

r nada más, sabían que al jefe no le gustaba q

ciendo— ¿Recuerdan

sargento Hu— ¿Qué

o, para después continuar— y Mac está asustado, recuerden que ellos nos dieron una de las pistas del cabaret de la calle 47. Tal parece que alguien lo invitó a unas

z cantante era de Landon— Pero si ellos son sujetos de poca m

jefe con el ceño fruncido de como cuando estaba bastante preoc

estiguemos, jefe

aron mirando atentamente como si esperaran una explicación adicional, hizo una breve pausa y luego espetó— ¡Que

e los otros dos hicieron sendos gestos de asentimiento— O’Malley, deberías darte una vuelta por la 22 y ver que encuent

más estaban comenzando a pensar ya su cerebro había tomado decisiones e ideado un plan de acción. Por ello también era casi i

en peligro su integridad física, por supuesto había tenido rasguños, pero más por eventualidades que porque lo superaran en habilidad. Es

que usaban los federales. Sus reflejos eran increíblemente rápidos así como su cerebro, mientras

pistoleros del antiguo oeste americano y por su prodigiosa puntería. A él le encantaba usar una pistola apa

—dijo su jefe orgu

don— ¿Por quién se enteró u

tropezado con ella en la calle y ella le preguntó que por qué andaba tan apurado, ella dijo que el sujeto solo se volt

gusta nada tampoco, jefe —dijo O'Malle

untó el comisario al ver que ella

ave pero firme— No podemos perder de vista que hemos dado un du

—dijo el comisario— Hagan lo que teng

la oficina del jefe resuel