le seguía el corazón, que estaba igual de alborotado y luego otras partes que no e

iedad en aumento, acumulándose como la lava de un volcán, y la presión había aumentado mucho más después de haberse atrevido a cargarla en sus brazos, pero qué más podía hacer. Dejarl

lejarse de ella, negar el deseo que lo estaba poseyendo, actuar con cordura, eso le decían sig

mbra que iba y venía por la habitación, en un vano inte

l corazón bombeando adrenalina por litros, ni hablar del sudor. Su excitación lo tenía jadeando y em

que estás espiando?! ¡Espera a que te aga

arbustos ni las huellas de Damián q

ste a alguien?

a las ventanas. La nuestra tiene cortina, pero las

o diga

un spray para ti también

unos pliegos de ca

tar contigo —comentó Alana mientras

nquila, que yo te enseña

n estaba en paz como sólo lo había estado cuando dormía en su cama, sabiendo que a pocos metros lo ha

✿

saludó Pedro en la

a Alana, en l

to —explicó él al ver sus

n el último puesto de la última fila d

e Pedro no oyera—. Ahora Marcos se sentará junto a él y no

erá mi debut. Supongo que irán

ana estará en primera fila

Porque después de lo que pasó

orio el otro día? —le p

la naturaleza les había dado un oído privilegiado era para

o duermo con ella. Tú podrías,

char. —Damián siguió a

o, duro contra el muro, hasta que choqu

! —recla

muy vulgar —ma

ico —excla

jaron escuchar, pero no fue por eso que tuvo que ir al partido, claro que no. A Dami

u lado en las grada

gustado el fú

y esto es un deporte,

lana se había vuelto tan intensa que se aparecía como un barco en un radar. Sin voltearse supo que venía por la escalera de la izq

ilas, a

ncesto —dijo Ximena, saludándolo y permitiendo que tuviera u

a Alana, los sa

isfruto de todos los dep

ista fija en la cancha,

ía. Nos vemos lu

hora Damián no podría evitar mirar a Ala

sentarías ju

que disfrutaba de todos los deportes, es una clara metáfora de que es un m

deportes. A veces le das

alimañas que algunos son, entonces ahí me criticas. Ant

o a Pedro, que se asomaba con

a Damián— le gustan los

coyote —acl

ha y abrazó a Alana, mient

ocándola era como si le rasparan la piel con a

ser tú —rec

áll

por las Águilas de la Universidad de las cumbres. Lo único destacable del lamentable espe

o felicitó Alana cuando l

ya no me tengas miedo

n el pasado

a bailar y dejen los zapatos en la pista. —

r? —le preg

ntestar porque alguie

jo una firme y autor

con Damián Zóster y su intensa mirada que aceleraba corazones. El