img Del odio al amor hay un salto  /  Capítulo 5 5 | 45.45%
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Historia

Capítulo 5 5

Palabras:1222    |    Actualizado en: 21/06/2023

lla. Es la única oportunidad que tuvo de tocarme,nunca les dejo avanzar más de eso. Cuando me alzo lanzo mi golpe y éste le impacta directo en el rostro. Lo veo aullar de dolor,le he quebrado

quise hacerlo. Pronto podré comprar mi propio coche,tengo suficiente ahorrado para hacerlo. Tardo casi una hora para llegar a casa y al hacerlo me doy cuenta que Mía no está en casa y mi madre no ha tenido la decencia de decirme que se la ha llevado. Arrojo los tenis lejos,mis pies duelen. Escucho a Max ladrar con fuerza para después callarse. Es extraño porque él jamás se calla. Salgo tan rápido que no le doy oportunidad de escapar a quien haya entrado. América está en mi patio,lleva puesta una camiseta que le queda muy larga,pero solo le cubre lo justo. —Vine a avisarte que tu hermana está en mi casa,tu madre salió muy rápido. No pudo esperarte,por si gustas pasar por ella,está dormida. tan rápido que no le dió tiempo de esperar,que jodida mentira le habrá inventado para largarse. —Bien,pasó por ella en un momento. Solo quiero darme un baño,si puedes ayudarme con eso. Le pregunto,no quiero molestar a Mía si no es necesario. Ella me lanza una mirada,se me olvida que luzco como la mierda. —Claro,no hay problema. Y de ser posible lava tu herida,no querrás tener que explicar a tu hermana por qué tienes un labio roto. Su interés me causa ternura,pretende ser la mala,pero solo consigue preocuparse por mí. —Sin problema,pasó por ella en 20. No te quitaré más tiempo. Ella se da la media vuelta y lanza un manotazo al aire restando importancia a lo que acabó de decirle. —Deberías llevar ese atuendo a clase,atraerías a más gente que con tus pans enormes. Hablo por lo bajo sin intención de que me escuche,pero ella se detiene un momento como si lograra hacerlo. (….) —¡Vamos! Tenemos mucho que no salimos a ningún sitio,necesito tu opinión experta. Tania me pone gestos que pretenden ser tiernos,pero me molesta más su insistencia que su actitud. —Ni de broma,no voy a gastar de mi tiempo buscando ropa para mujer,además,tengo cosas que hacer. Ella me lanza una mirada retadora,pero eso no me afecta. Nadie ha podido obligarme a hacer algo que no quiera,nunca. —¡Segovia! ¿Qué diablos te hiciste? Escucho los gritos en el aula. Me giro de inmediato para ver el alboroto.

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