ornia, un viernes
señaló una ronda de estrellas, mientras Sibel amplió
giró hacia ella y asintió,
os de alguna forma, porque era la única manera en que podí
lgunos mechones de su cabello enmarañado, caían en la frente d
im
y la tierra por ti… —Sibel amplió más su s
ció el ceño, y ella pudo notar como el aspecto de su rostro c
la ayudó a sentarse
lia… un día entraré a esa casa, y me enfrenta
—se levantó y recogió la cobija, y se dirigió al auto viej
… —Ella se giró metiendo las
pasando por un tema económico… creo que no es el momento… —Si
apretando su cuerpo—. Lo siento… estoy frustrado por este juego que ten
por Aston, y ella acunó su
esito tiempo para decirle a papá, s
el aliento
rdía y luego se metieron dentro
la cena, que debía estar suscitándose en su familia, y lue
graduarse, y esto le decía que tal vez pudiera tomar las riendas de s
de su mansión, y Sibel tomó su
sidad… —Aston tomó su nuc
os tardes…
n mientras caminaba hacia la mansión, sin embargo, él arran
el? T
esticuló la misma palabra, entre
n regularidad como de costumbre. Los guardias de su padre estaban un poco inquietos, y ella comenzó a detene
gro que no había visto antes ni servían a su familia, y pasá
, que dejó sus ojos en la palidez que tenía
tras unos hombres mantenían sus manos apretadas en su
soltar la pregunta
de golpe cuando la vo
bvio que había llorado. Su hermana, de quince años, también estaba sentada en sus pi
vió una mirada a su pequeña herman
ia ellas, pero un hombre d
, comenzó a dispersarse desde una parte oscura en la otra esquina
omo si se hubiese preparado esp
bre misterioso, dio una calada de su cigarrillo, y luego
í, así que ellos debía
re misterioso se la quedó mirando de arriba abajo. No podía notar sus faccione
terrumpió su escrutinio, y Sibel notó como ese hombgo escuchó una risa siniestra de
uen chiste… sin embargo, no me hagas perder más el tiempo y despíde
que soltó un sollozo
preguntar mientras dos de los hombres tomaro
egada al suelo de los nervios, se centró en ese
salió a la luz, ella se quedó sin aliento. Sus ojos estaban cargado
la perfección y con un traje negro impecable
s metros desde ella, y torció su cuello hacia
de forma errática, pero apretó su
n hombre de negro empujó más a su padre, haciendo que e
el gran Armand frente a este hombre. Literalmente estaba humillándolo fren
u arrebatado
golpe en su rostro, lo echó hacia un lado, mie
aron hacia su padre, y l
el rostro para mirar a su herma
re la hizo mirarlo y luego l
bres lo tomó cuello y lo levantó alejándolo de ella—. Esperen… —Si
pasible de pie, pero él levantó la palma para q
minado… Yo me encargaré de que tu padre pague todo lo que robó a mi familia… dejaré a su esposa en la calle… a tu hermano sin empresa, ni trabajo como un limosn
hombres de seguridad tomaron a su padre como un
r otro guardia. El corazón quería salirse del pecho sin entender un ápice de
hombre estaban en la
no quisiese algo a
a sonrisa malévola, fue como si le hubiesen inyectado un v
n Vasíliev quería una