Los secretos que nos separan

— su voz grave se escuc

Mi amor? — i

por la barbilla, obl

e te ha p

ida, y con los ojos

r de aquí. — co

nseguida. — contestó él preocupado por la

uedo esperar

é estás d

vemos más

e dudas, y un sabor agridulce en los labios. Recogió el teléfono celular de la mesa, y mi

y salió intentando alcanzarla, per

a por el llanto, llamaba con insiste

la chica preocupada al verla con el ros

ien nunca de nuevo. — Contest

uéntame con calma,

sentaron

illoso que te conté había conoc

ntador de tus cuentos de hadas.

lvió a

apenas llevan unos días de novi

i vida. — explicó ella limpiándose las lágrimas. — E

dió Alice, provocando que Mara

algo es el CEO de la empresa petrolera más importante

ue está aquí cerca y se puso mostrarme fotos de su familia... m

aravilloso! significa que de

! N

do por un hombre que sea romántico y sincero, que no te quiera solo p

as dejarme t

— cerró un zipper imagin

el llanto la interrumpió de n

egún sé tu padre era un hombre de

irándola a los ojos. — M

ura de que te

do. Estaba él y al lado mi padre, y

ombrío de repente. Abrazó a M

stedes ya

— lloró

lusiones catastróficas debes hablar

stada ante el toque insistente. Mara en

la verdad sobr

oo... hij

r mamá, necesi

esta historia un m

ez más por

i durante muchos años. — comenzó a cont

casa y crecimos prácticamente juntos... Yo

or favor, con

no la amaba, que solo estaba con ella por que su familia lo obligaba. Con el tiempo se

o contaste a

veras si sabía que tendría un hijo suyo, lo dejar

o no fue

esto,¿ por qué me

dímelo... p

s creciendo en mi panza, mientras yo esperaba que regresara a casa del hospital para contarle. Pero cuando volvió y se lo dije su expresión ca

tuvo más

e había convertido en un hombre muy déspota. Decían que maltrataba a los empleados de su empresa y que desde que supo que nunca más caminaría se

en decirme que ten

piste que tu padre era un hombre que jamás se preocupó p

onocerlo y casi me muero cuando

de pie, congelada

No.

se abrazó al pecho de su ma

e acarició el cabello intentando calmarla, pero el corazón

todo mamá. — co

ija. Sea lo que sea, yo me