Enamorada del CEO imbecil

ÍTU

MA

s at

á me d

ofesores a punto de perder la cabeza mientras los siguen por todo el patio del colegio. Yo no

má? Me pregunto, apoyando mi mano en una de mis mejillas regordetas, sentad

n y berrean como si las vida se les fuera en

mi padre incluso me enseña las mejores melodías de Mozart, Chopin; y me ha dado la opción de apre

dos coletas en la espalda que le sostienen el cabello oscuro en trenzas para que no le estorbe c

ie! — gritan a mi espalda,

iso acercándose tan rápido a mi cara, hago todo lo posible para cubrirme con mis brazos, más no amortigua la caída solo em

uier momento voy a sentir un hueso roto, eso hace que no me mue

e mu

yendo me comenzó a golpear

— dice el cul

o me da el triple de miedo, con su torpeza se

chillo si

ha presentado y

una niña, de seguro la que llamó

uy extraño,

a. — le regaña el tonto q

, de nuevo, luego de decirl

¿Estoy sa

n, mi piel es demasiado sensible cuando la tocan con mucha fuerza. Miro mis pequeñas manos confundida, en busca de l

vuelve c

úmedo que le entregaron — Solo voy a li

mis rodillas magulladas junto a mi zapato r

uso con los brazos cruzados,

pésimos, el pañuelo frío me lástima las heridas y mi llant

ue

Barbie. — comenta la

s linda, una niña simpática en medio de tanto lunático, con el flequillo recto y

formal para alguien que no dejaba d

presenta con una amplia sonrisa sin los diente

niña, sorbiendo los mocos en mi nariz y veo mal al niño quejoso po

el suelo, sucio. Era de l

junto a mí, igual que Margie de mi otro lado — ¿Por qué me emp

me doli

mpujes sin razón. — suspira, abriendo

s… ¿

do que he visto en todo el

riendo a la vez que su amigo la mira mal, levan

es un gesto característico de papá cuando está

n pantalón deportivo negro y camisa gris que resalta los ojos del mismo color, y me mira con seriedad, apoyando

. — me molesto, mirándol

a alguien más que no sea

Sama

ndiferencia, caminando lejos de nosotras. Al

o paralelo mirando sus manos mientras tararea una canció