os dientes pero fi
a que todavía no podía confiar completamente en Valeria,
lo que le debía, así que no l
ro. Recuerdo que tú no sabes cocinar,
naba mucho m
confiar en el
ijo con confianza —No es necesario. Lo haré.
a segura de que había muy pocas personas en
insistió, Sebastián sol
se equivocara o que incendiara la casa;
los niños y camino
mer huevos
omer hotcakes
icieron sus pedido
. Lo haré p
ño. Se volvió para mirar a Sebasti
misuras de su boca; su rostro se s
eltos no eran complicados; Val
nza y envió a Dylan y Lily a un lado para juga
rta, que estaba conect
a la sala de estar para
quería ayudarla cu
de la cocina y localizó los utensilios de
a no sabía cómo hacerlo, a
dijo: —Déja
evos de la mano a Sebastián y lo empujó fuera—Dije que lo h
amente. Él asintió en compromiso —Entonces te vi
esión. Si ella no lo dejaba mirar, él no estaría tr
unto a la barra de l
ó los huevos, preparo la mezcla y los demás ingredi
remente mientras Valer
ni odio entre ellos. Todo parecía e
él cuando era necesario y, durante la
ntió como en casa en esta casa, pero le res
Sebastián abrió la palma de s
tar este mo
iba b
la abrazaba por detrás y un par de braz
ntiendo, sigue haciéndolo un poco más, ¿de acuerdo? Me gusta mucho este sentimien
de su cintura con la otra —Sebastián, sé que no importa lo que diga ahora, no me creerás, as
cálida fluía a través de su corazón
uera fácilmente; Escenas de Valeria y
e volvió fr
arse caer de nue
que des
Solo estaba tratando de encontrar u
fuerzos serí
obligó a solt
a confiar
reparar el desayuno. Sebastián la Ayudó
llenó con el aroma d
vense las manos y co
ron al instante. Ella corrió —Mam
te y se sentó. Se quedó mirando el plato hume
resento: —Hotcake, jamón y revuelto
también
o. Sus ojos estaban llenos de
s cubiertos y cor
recogerlo y dejar que se enfrié durante unos segundos
ado unos hotcakes con una
ó que Valeria pudiera usar los ingredientes más simples para hacer una comida tan deliciosa — Valeria, ¿cuándo aprendiste a cocin
a no sabía cocinar. Era
rend
Había olvidado que la dueña original
olestado en apre
sus habilidades culinarias, pero ol
lidad, siempre he sabido cocinar. Es que nunca he tenido la o
aci
no pregu
eza y sigui
ro de alivio. Si él hiciera más preguntas,
minó los fide
mo una taz
os niños que no sabían usa
tián y a los niños c
ía todo lo posible para prot
sala de estar y entró una mujer de median
Valeria supuso que debería ser la niñera Clara, que ha
a comía felizmente, se sorprendió tanto
hotcakes en la cocina ¿Quieres algun
smo— Nana, los huevos que hizo mamá son
a su lado ta
ó y le dijo —El sabor e
era sonreír a Sebastián; las lágrimas i
cesta y
le dijo a Valeria: —Señorita Valeria, déjeme hace
preocupes por eso. Lo
entarse y esperar. Miró a Sebastián con
ba preguntando si su relación
confirmar —Valer
lágrimas —Genial.
comida a la Nana —To
as mantiene
el plato con
a a punto de comer
ir
ría que la nana
a abrió l
aleria vio a una mujer bonit
cionada: —Valeria, te ves tan feliz. Déjame adiv
nocía a esta mujer de la novela
en realidad era u
y la familia Perry
ocía a Sebastián de
a ella, siempre había pensado que
robó el corazón de Se
a de otro hombre, Sebastián aú
obar a Sebastián; la odiaba a
rtunada que era y no la
confianza de Valeria, ella le mintió y le hizo creer que Sebastián fue