del mediodía, no me juzguen, los domingos eran mi único día en donde podía darme el lujo de dormir hast

ía respetar e

me el rostro y cepillarme. Agarré mi cabello en

bajado las

isterio si

odo el ruido que se hacía mientras

regunté totalmente irritada—. Que no vuelva a pas

z aún estaba u

iablos hacia Jayden. En ese momento me di cuenta que jamás dejaría de pasar pena, en es

h y una chica que no conocía e

go en la

n ropa d

ndome sorp

sus reacciones y pregu

anos a mi cintura—. ¿Acaso nunca han

ba y venía hasta mí, lo que hizo qu

recién levantada…amaría estos buenos días —miró hacia abajo

ra yo d

?, quería llorar de la impotencia. Sabía

nsistían m

e cubría muy poco mis

suponía que solo estaría mi madre y Jayden,

sombría…supe de inmediato que era una clara advertencia. Aiden sabía que no pod

azo un escalofrió me recorrió,

mano tuvo que darles a todos, a él no le importaría y en cualquier situación se acercaría a mí, pero en todas fracasaría. Era muy guapo, su cuerpo estaba de muerte, pero no me gustaban los ho

las escaleras, pero no sucedió, adelantó el pasó

ía dejarme en la pue

sando quien era la chica Barbie, donde estaba mi

—preguntó de repente, deten

im

lo menos no cuando

cer un esfuerzo sobrehumano para recordar lo que sus labios acaba

s tú? —me atrev

egó en la oración y quería saber la razón. Mi pobre corazón

o hacía desde que nos habíamos conocido, era inquietante su mirada, tan in

quivando mi mirada y frunciendo su ceño—. J

lk

no me llamaba

tengo un

se formó en las comi

o

pensé que haría. No volteó a verme. Incluso en las escaleras se adelant

nriendo, estaba sonrie

cuanto estuve en mi cuarto dos nuevas notificaciones entraron, nueva solicitud de amistad y un mensaje dond

camisa satín corta de color negro y zapatos Nike air Jordán del mismo color, agarré una cola alta, un poco de

as que se encontraban en mi sala no estaban. Error, la

tó Jayden, entrando con una b

ber si mamá estaba, pe

omer —respo

ncima de la mesa que se encontraba enfrente de los chic

ía? No querí

mer Jayden,

o un demonio, se volteó

jo se estrechaba cada vez más con el pasar de los segundos—. No tienes

é, necesitaba calma o l

cierto no he visto desde que me levanté, que volveré en unas horas —est

mer en casa. ¿Ustede

quería arrui

ah mientras se levantaba, todo e

sorpre

. Estamos cansados por la rutina tan intensa que tuvimos en

de inme

lular vibró en mi mano y supe que era seña

ta divisé el carro de Mason, aumenté la velocidad, pero vamos, estábamos hablando de Jayd

do yacía en el suelo—. ¿Acaso q

mi debilucho cuerpo. Mis pulmones empezaban a pedir a gritos un poco de a

a levantarme, l

es un poco… —no encontraba las palabras a

abios, sonrisa que se quitó al e

hermana, Harr

por enojarme y él por experiencia prop

trándose a casa, no sin an

puto volante o te

Olivia me contestó, miré a Noah, pero en

[

jamás había tenido de amigo a uno de su profe

i cuarto año de carrera

ursaban el cuarto año de medicina y Jayden y Noah, quien estudiaban Economía y negocios internacionales, al igual que yo

r imperio de todos los tiempos

ente—. Veinte años, tercer

mpresio

emente—. Tienen uno de los mejores programas de finanzas, aunque la carrera

ra evidente e

asiento, mirándome como si tuviera un tercer ojo—. Es fascin

unidad para coquetear y lo ha

el reloj marcaba las tres de la tarde y teníamos un

asé muy bien, pero ya debo i

levantó y se acercó para dejar un

a por nuestra cercanía, p

invitaré yo —se

osas en es

on Harris y, por último, creía no estar en ese grupo au