fácilmente podría calificarse como la peor crisis de r

se propagó como pólvora, convirtiéndose en tema de conversación en todos los rincones y siendo objeto de artículos y reportajes por parte de los medios de comunicación. Ahora, la familia se veía

a mezcla de indignación y desconcierto en su voz— Es verdaderamente vergonzoso. Nuestr

a una expresión seria y reservada m

ente. La gente teme los cambios que se avecinan con nuestra nueva fusión, y están int

pidos —sugería Caroline, mientras jugueteaba co

empresarial —intervenía el esposo de la primogénita,

certidumbre. Aunque se sentían alejadas de ese torbellino de problemas

taba la hermana menor, reflejando

ocó que la tensión en la mesa se incrementara notablemente. A la cabeza del grupo legal se encontraba Sebas

anunció la matriarca de la familia

Su cabello negro como la noche, con imponentes ojos verdes que parecían esconder un brillo salvaje, con hombros anchos y so

l hombre traj

entre Caroline y la despedida de soltera, pero ahora, lo sabía. Hace 6 meses se había acostado con una Kell

enido con ella. Nada le hacía justicia era mucho mas hermosa en persona, parecía una mujer de la alta so

desastre de relaciones exteriores— c

eñado una estrategia para s

iarca de la familia ahora está dando entrevistas para limpiar la imagen de la empresa. Sin embargo, el tema de la paternidad del be

ielos con una prueba de ADN en la mano y cientos de preguntas para hacer en voz alta. Sebas

ar su atención. Cuando sus ojos se e

s de algún

asiente co

ue aún te debo

escapa de los

te todo es

te con t

en que te vi en la

ncio incómod

comento pasando su mano incómodamente por su cabello —Bien, Sebastián Nash, tengo q

saba, cargado de anticipaci

dió completamen

pensó que eran parte de la mala fa

Sebastián, su voz suave co

alguna señal de lo que está pensando. Pero todo lo q

en su pecho—. No esperaba que fuera fácil de asimilar, tampoco pensé que

or, su presencia abrumadora que parece envolverla por completo. Por un instante, el

ro sus palabras se desvanecen en el a

suavidad de su piel bajo sus dedos. Hay algo magnético en su contact

e ella con determinación, buscando fuerzas en su inter

si fuera la primera vez que la ve realmente. Por un momento, e

cargadas de una intensidad que la deja sin aliento— Haré lo que sea

stás di

que nos

ero en ese momento, en medio de la oscuridad y la incertidumbre, algo se