a

y fui a la escuela donde Bella estudiaba. Mi hija estaba jugando y haciendo recreación con otros niños durante el re

orar. Me detuve en la parada de autobús mientras me secaba las lágrimas en el rincón de mis ojos. Dos señoras

Caminé por las calles del centro de Milán que giran alrededor

o enrollé en mi rostro después de ponerme las gafas de

mente antes de buscar una tienda de empeño. Me en

omo decía mi amiga, siempre venía a Rinascente a comprar conmigo y mi hija. Le encantaba comprar ropa de marca y los perfumes más caros, además de sandalias

directo a la calle de comp

ntras miraba la cajita negra donde siempre guardaba

, pensé que mi madre estaría orgullosa de

cielo e instintivamente entré en una tienda de emp

udé al hombre

d caminó al otro lado del mostrado

é puedo

sobre el mostrador de vidrio donde se podía

por este colla

Me miró con

de sol mientras afi

ncia f

Evaluó minuciosamente l

¡N

a saber qu

ntregó antes de morir. Desafortunadament

obación mientras evaluaba la joya

uros —

poco —

alir de aquí directo a la cár

r por tal humillación. Si volvía a la cárcel, Lucca

. Tomé el dinero y las gafas de sol y salí de allí ráp

tener ayuda legal. Alrededor del mediodía, finalmente fui recibida por

ía se arrastraba, no dejaba de mirar el reloj en la pared. Eran exactamente la una y media de la tarde cuando el chico de

ojos se cruzaron. Él saludó

Matteo Roman

ombre alto que amablemente ab

la con un gesto de mano. — ¿

que si tomaba al menos el café

ocó el botón del teléfono antes de pedirl

o ayudarla, se

a la recepcionista. Aun así, ignoré el hecho de que supiera mi

obtener la custodia de

a secretaria entraba para servirnos el café. En

dijo con una sonrisa —, ¿r

nte no recordab

nos granos. Me llamaban jirafa por ser el más alto de la clase. U

Abrí los ojos. — Us

Bromas aparte, estoy contento de verte y, al mismo t

arme a recupe

raición y la violencia doméstica que sufrió de su exmar

yudará duran

sta situación como justif

le disparé p

eaban la mesa. Todavía estaba reflexio

alió de l

quería hablar sobre el hombre

, será difícil obtener

arme. Solo fui a ese bufete de abogados por

empo — sonreí con la boca

cuando Matteo salió d

Haré todo lo pos

chispa de esperanza se

hasta encontrar el sobre con dinero qu

nto conseguiré el resto. Estoy trabajando en

valor de los costos de los procesos, podría pagarlo. Incl

gradecerle, salí de la oficina y regresé a mi trabajo. Estaba feliz porque tenía a alguien

le conté a Rosa la novedad. La cocinera p

ayuda a servir las mes

Miré hacia donde las voces masculinas agitadas molestaban a una joven. Había un

lando tonterías. Uno de ellos tomó el libro de la chi

paz — grité

e la joven cliente y se volteó hacia mí. — ¿Quieres se

toques! —

sando? — El ge

hora que mis amigos y yo hicimos un pedido. V

a mostrar la mesa donde la chica estaba sentada, pero ya había pasado por la

emás, tu trabajo es servir mesas y no hacer de pol