ut

sta en mí casa, ella prometió asistir y resulta que ahora me está di

uedo ir, viene un primo mío y no puedo asistir,

hubiese cambiado el día de la fie

e semana, de lo contrario no hubieses hecho la fi

no lo trae

Qu

o —se hace

me quede. Perdón de verdad pero no p

, no quiero estar otra fiesta solo, eso es lo que hace

in había venido temprano pa

iro cansado —. Creo que mejor lo d

dia hora para la fiesta, por más que queramos es imposible. Lo lamento m

yo de otra ciudad

ace una mueca de duda —, y p

padre le pidió que se que

o, pero debes quedarte

, aunque desde que apareció Olivia lo veo un poco confundido, sé que algo de ella a él le atrae, pero se siente presionado por lo que dicen los demás, para

ejos escucho las voces de Liam y Salvador, habían llegado temp

li

ros bajo tierra, pero lo que no comprendo es a qué se debe, en un principio estábamos bien, o eso era lo que yo creía cuando salió de casa, él había llegado antes que yo a la fiesta, pero desde que las personas comenzaron a llegar su expresión cambió, dejándome desconcertada e incómoda, si solo se dignara a explicar lo que le sucede todo sería más fácil, pero lo peor está por llegar puesto que me espera que llegue la odiosa número uno y me restriegue como se besa apasionadamente con Lautaro, cada vez que me ve, se burla de

odavía? —murmuro mira

r a buscarla, sé que tuvieron una discusión por ello ayer. Esa tipa no entiende el tiempo que nos l

ayan pelead

s mí mayor deseo, entiendo que ella no quiera que ocur

expreso con una

—. Solo que… no quiero v

spués de tanto trabajo? —cambio de tema, ella había ayudado a

é con mis am

a una fiesta estan

. Unos amigos que hace mucho no veía vinieron a la ciudad, y quedé con ellos —ella es muy sociable, en cambio mí c

—, que tal si tu hermano te busca y

que me sentía mal y me fui a acostar —¿por qué

—cuestiono más preocup

tú y que estaba durmiendo —expli

eplico dudos

eces al día te escucho hablar de

tás chantajea

e hace la desentendida —. Por fa

? —digo preocupada,

a, se olvida de regresar cada vez que sale —. Además te encanta quedarte en mí casa, sobre todo ver a mí hermano cada vez que se levanta con el torso desnudo —dios, ya lo visualizo, trato de que no se caiga baba de mí boca, la re

que oscure

nta de nuev

de agradecimiento y es un beso que humedece mi cara —. Qué asco —me quejo,

o voy a mentir, sí me gustarían —. Ok, entonc

ustaría ser como ella, en cambio yo soy más miedosa, no soy de arriesgarme, es más

uentra Lautaro y mí hermano acomo

me recorro con la mirada, no feliz, tengo un vestido no tan

stiono des

tiendo porqué está tan molesto, sí es un maldito celoso, controlador

e tocaría, pero si me obligaría a cambiarme, más estando en casa de Azul, ella y y

lo agradezco, él tiene ese

miga pero se había escabullido en el medio del caos dejándome sola, había cumplido su palabra de huir cuando nadie se dé cuenta, seguro sabía que su hermano tranquilizaría al mío, articulo un gracias a Lautaro y camino al patio para salir del radar de mí hermano, evitando así que me obligue a cambiar de ropa, él es muy intenso, pero no

*

con un compañero de clases que se cambió este año, se llama Renzo y es muy amable, pero mí mente no puede escuchar exactamente lo que dice porque está

eocupada —escribo con un em

ontré aquí —hace caso

envío con un em

ego puede fijarse en alguien más —. Voy a confrontar a esa bruja. Después te cuento —sé que está mal lo que pienso, pero un poco de esperanza se alberga en mí corazón, no me gusta que