agr

l, por supuesto que a mí ella no me intimida, no se atrevería a tocarme un pelo, y no porque me temiese, sino porque mí hermano se lo prohíbe. Ella sacaba lo peor de mi hermano, gracias a ella él se comportaba de manera prepotente, egocéntrico, era violento y pelea con todo el mundo, lo manipula de tal manera que ha

na complet

no lo eran, abriendo una gran tensión entre ellos a nivel que no pueden compartir el mismo espacio, terminando siempre a los golpes, no sé qué fue exactamente lo que sucedió entre ellos, m

erminaron a los golpes, y esa maldita bruja en vez de calmar los ánimos l

nosotros, suficiente tengo con una estúpida. Azul y yo lo esperamos en el estacionamiento cerca del auto de Lauty, el partido y la pelea ya hab

rticula entre dientes Azul para que de

o —me excuso aun

ástica —, no ves que

ogo no entendiendo, de

ncia —explica obvia y eso me

o él ni siquiera me mira de e

—asegura Azul —. Pero ten f

—pregunto

peranzador a continuación s

grandioso

para hacer ese gesto, por Dios, como mencioné mí hermano no era el único pollerudo aquí, ella

do rompiéndome el corazó

mí con superioridad, bajo la mirada derrotada, ella ga

mí hermano de

stras de cariños mientras él conduce, juro que quiero vomitar, y pensar que quería que empiece el año escolar para verlo, m

deja el auto, y un ambiente más relaj

sentado adelante cuando bajo la novia de este, solo pido al cielo qu

vitó a su cas

por el espejo retrovisor hacia el asiento de atrás donde nos encontramos su hermana y yo, seguro pa

ué cara pondrá él a su respuesta porque mis ojos

no quiero que se vaya con ella. Azul me había invitado a su casa y como una masoquista vine solo para saber si él se

miro confundida, no s

—cuestiono

tá bien qu

í có

unque ciertas me duelen y hacen que mis ojos se llenen de lágrimas, ojalá pudiera hacer eso, ojalá pudiera arrancarlo de mí corazón. ¡No puedo! —¿A dónde vas? —le pregunta mí amiga a su hermano, no me había dado cuenta que había bajado de las escaleras, está par

pero evito hacerlo —. ¿De quién están

—suelta mí amiga, y juro que me atraganto co

¿y qui

onde ella por mí, y cuando logro calmarme lo

ndos mirándome fijo, enfatizando la palabra "niñas" dándome otro puñal en el

o recibe un almohadonazo de

a bocota de

os nunca se l

vio

—no sé si es

via, jamás se fijaría en mí, bien lo dijo, me ve como una niña, como una hermanita y

ve

e las opcio

rtirte, quedaste enfrascada en una relación que no va a poder ser, porque ninguno de los dos desafiaría a tu hermano, ya déjalo ir —

ut

tramos en el sillón de la sala de su casa, yo estoy acostado y ella arriba mío, nos besamos

ondo un poc

nar el nombre Milagros me haría una escena, siempre estuvo celosa de ella y creé cosas sin sentido, según mí novia la pequeña Milagros siento algo por mí, varias veces le dije que es como mí hermanita, que la conozco de todo la vida. Lo que no e

respuesta rápida y realista para que ell

ajeras, porque n

te pon

í co

nhala profundo trata

, pasó algo con ella

ue expresión habré hecho p

a de advertirte que esa mocosa está enamo

e ver, solo es eso —di

acia la cocina, pasó la mano por la cabeza cansado, no

ra ella preparando para hacer mate, dudo en acerca

lo general estás así cuan

conversación porque sé que si seguimos hablando

evi

ó a los golpes

cho, Aylen dice qu

está bien que por más que lo provoquen termine

Cambiando de tema hoy volví a ver el vestido rojo muy hermoso que me gustó mucho, es un

i tengo

iste hace meses —hace puchero —, tam

na? Dijiste que ese vestido hací

dada —. Una cosa, una cosa que te pido no puedes hacerlo —se e

haré —digo frustrado p

dose de mí para atenderlo, mira la pantalla antes de atender y habla —. Son mis padres, debo atender, v

ender, en cuanto abro me encuen

—articul

ol

me recuerda

, ¿qué ne

ntes de hablar —, vine

os sentamos en el sofá, yo trato de entablar conversación pero él solo me responde con sí

uí? —titubeó un poc

al

me había olvidado por completo que había quedado con él, en realidad había quedado primero con Santiago, pero querí

r completo de ti, será mejor que repasemos por esta vez por separados —era una insinuación, si bien me veía a escondi

y me consiente mucho, eso y que me gusta restregarle a Mali que él jamás se fijaría en una niña como ella, no me había hecho nada la niña, pero me mo