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Historia
El alfa prisionero

El alfa prisionero

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Capítulo 1 1

Palabras:1857    |    Actualizado en: 06/04/2024

e la vigilancia de su madre por culpa de esa voz que llevaba días acosándola y, sin darse cuenta, ambos se internaron e

ncitó Emma al notar que su hermano se había

con su rizado cabello pelirrojo revuelto y s

Estaban cada vez más cerca, pero, por momentos, el camino parecía deformarse y el humo de la chim

bedecido a pesar de que nunca les contó el motivo de esa prohibición, pero aquella extra

hó para mirarle el tobillo, e infló las mejillas en señal de desespe

los ojos humedecidos por las lágrimas producto de la desesperación y de

mano y a Emma con la otra para alzarse, pero su rostro contraído

iño con un tono de voz que quería mostrar valentía—. Tú llegarás

arecía alejarse del horizonte con demasiada rapidez. La noche caería muy rápido y no podr

charme y menos cuando es culpa mía que estemos aquí. No e

ya lo acompañaba desde niño—. Soy un hombre, tú solo eres una n

vez que bufaba, sabía que eran producto del dolor que tenía en el tobillo y de

que tú, así que es mi deber protegerte. Agár

brio. Emma intentó sujetarlo de los brazos, sin éxito y su hermano terminó por sostenerse de la cadena del meda

mperse. El grito de su madre llamándolos se mezcló con el de E

ue el medallón de su hermano comenzaba a brillar sobre su pecho. De pronto, la extraña voz de esa mujer q

l viento dejó de silbar entre las hojas de los árboles, sus piernas parecían haberse enraizado al suelo y su mirad

s encajaban como si hubieran sido creados para estar unidos. La cadena del medal

or el golpe y después comenzó a observarla, horrorizado. Emma quería pre

o y ella solo era una niña que intentaba parecer una adulta, pero encontra

Ethan sin apartar los ojo

instante formaban uno solo, levitaban en e

eabrieron al ver como el cabello rojizo de su hermano comenzaba a perder su

un círculo alrededor de ellos. Aquellos monstruos sobrenaturales recitaban alguna especie de conjuro en una lengua desconocida. Emma se tiró al suelo y

de poder que parecía querer disolver en pequeñas moléculas cada parte de

instante el cabello plateado y sus ojos marrones comenzaron a transformarse para convertirse en dos orbes que brillaban con la misma luz que emitían los

los gritos de su madre pronunciando sus nombres, eran a

*

nó de paz al pensar en que todo lo ocurrido había sido una pesadilla, pero al mirar a su alrededor y ver a su madre a

oz ronca, casi como si no

ermano que continuaba inconsciente y movía las manos co

la mano al rostro para limpiarse las lágrimas—. Esos malditos lobos no conseguirán lleva

re decía y comenzaba a tener demasiado m

o que dijera, su madre parecía estar enfrascada en su propio mundo y no la miraba. En

on el terror dibujado en sus facciones. Emma bajó el brazo con rapidez, asustada por lo que a

on la voz dolorida por el golpe—. No t

aba aterrada, pero a la vez sentía en su interior una

dejar de mirar sus manos como si es

jizo que caracterizaba a su familia, pero lo que encontró fue un color plateado, casi bla

ra y se la frotó como si le doliera. Después la miró con

ese accidente, pero estaba segura de que

que ese hombre no te encontrará.

ar a pesar de tener atenaz

a, parecía no querer habla

nocentes como tú. No permitiré que te ocurra lo mismo que a tu tatarabuela, no te unirás a ninguno de su clase. Confía en mí, borraré tus recuerdos

an a los niños para entretenerlos, no era real. Quería entender qué era toda esa locura de hombres que se convertían en lobos y por qué los querrían

habrá vuelto a la normali

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