img La Bailarina Del Ceo.  /  Capítulo 7 Un encuentro fortuito. | 77.78%
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Historia

Capítulo 7 Un encuentro fortuito.

Palabras:2615    |    Actualizado en: 28/04/2024

casa de su familia para recoger a su hermana Lila para su día de diversión. A pesar de que todavía t

ecogerla del interior de la casa, pero no quería lidiar con el trato silencioso que sin duda recibiría de su madre y no estaba de humor para lidiar con la incomodidad ho

rse marchado y pensó que estaba detrás de la herencia que su padre había reservado para ella solo si quedaba en la cabeza de la empresa naviera. Le había dolido que su propia madr

iferentes y distantes. Su relación se había vuelto —civilizada— la una con la otra, pero ella había pasado demasiados días con el corazón roto p

éxito. Era repugnante para ella y no se preocupaba demasiado por su madrastra, sin embargo, no estaba tomando partido. Eva quería hacer lo que quería hacer. Le gustaba el mundo de los negocios. Era buena en eso. El hecho de que estuviera —dotada— de tuviera una belleza angelada y su cuerpo fuera capaz de resaltad la delicadeza de cualquier prenda, no significaba que tuviera que sacrif

saludó Lila co

ás? —preguntó después d

sacarme! ¡No puedo esper

do verla lo suficiente, ya que estaba tan oc

erca mi cumpleaños!

ez fuera a olvid

sa y olvido. —Hm..., a ver

ndré 9 años! —l

brá escapado de la cabeza... ¡Pero ni s

o? —preguntó con una amp

conseguido una moto para que pudiera viajar por la ciudad cuando quisiera. Lila no era como cualquier otra niña de su edad. Amaba los autos, las motos y

guirte algo? —preguntó, fingiend

nte no apreciando ser vícti

el abuelo? —se puso más seria. Eva s

ionada. Respondió sin ánimos—: Están bien. Lo mismo de siempre, todos los días.

r mí, ¿de acuerdo? Y avísame si al

aseguró su herm

le dolía el corazón, per

de cine e incluso un centro comercial. Tal vez podamos conseguirte algo nuevo para que

cho que es el mejor lugar para los videojuegos! —su actitud se animó y volvió a

ado a otro, jugando bastantes juegos con ella, y ahora quería un poco de tiempo libre, así como un momento para revisar su horario de trabajo. No había nada realmente importante la próxima semana en lo que necesit

contrara una con quien compartir sus gustos por juegos y juguetes que socialmente son contemplados para niños, pero se veían tan

se puso un par de gafas de sol. Con sus ojos ocultos detrás de las sombras oscuras, comenzó a escanear el área en busca de su hermana y a verificar su instinto. Se dio cuent

e llamó la

erg

e dio cuenta de que él la había mirado rápidamente un par de veces. Vestido con una camisa desabotonada e

te superior de su camisa le permitieron vislumbrar su piel suave, que

errarse a pesar de las oscuras gafas de sol que llevaba puesta. «¿Me habrá visto mirand

su atención volviera a centrarse en las niñas. La pequeña

Eva concluyó con u

! ¡Te gané a Lila

, te dejé ganar

—Eva le reclamó conteniendo la

evera, pero casi dulce. Observó cómo la niña le sonreía y

s a jugar a otra

la joven eran amigas, ya que parecían haberse conocido anteriormente. E

rte con hombros descubiertos revelaban su escote perfecto y sus hombros bien tonificados. Su cabello oscuro contrastaba con la suave tela blanca que fluía descuidadamente sobre sus finos hombros. Mientras sus oj

us ojos, por ejemplo, eran exactamente iguales, almendrados perfectos, profundos y serenos. Es cierto que los colores eran diferentes, pero en estos días eso no era tan difícil de hacer con la varieda

rodita actuando en el club. Realmente una peluca no podría ser tan buena. «¿Dos mujeres o una

guntó señalando co

or de su sangre corriendo por sus mejillas mientras el travi

rotestó justo antes de salir cor

ignorando el comen

ija —respondió c

una hija? Sin embargo, ella no se parec

años tiene? —la joven

ndió de inmediato y ella notó

y Lila se conocían, ¿e

tas a la misma escuela —dijo é

ación que

incómoda al estar cerca de él y un poco nerviosa por qué l

casi un susurro, pero seg

que estaba preocupada por su agenda. Eva sonrió por dentro ante el hecho de que la estaba probando. Se entrenaba bien para responder al nombre correcto cuando la llamaban

un vuelco y que el calor de su cuerpo au

pero aún así no era suficiente para s

ntó la vista de su

rte. Soy Eva D’Alessio —h

des importantes del país. Su apellido no pasaba desapercibido. Sin más, quiso preguntar para descipar Las dudas—: ¿Es

ce a mi Madre. Ha sido propiedad de la familia durante siglos —le respondió

re es Sergio —le tendió la m

tomó la mano. Una sacudida de electricidad recorrió su cuerpo

tras cada uno trataba de recuperarse de la repentina c

la mano en el bolsillo, pero sintiendo una e

ila. O nos perderemos nuestra película. Ha sido un placer conocerle, señor Sergio —cerró

ara encontrarla luchando c

a! —la

pegados a la pantalla, con los

s que irnos o nos perd

en la escuela, Mika —solt

eguntó la pequeña con la

guna razón, amaba de ver las películas viejas. Aunque en es

ltó una

ambién! ¿Quieres sentarnos ju

sonrisa en el rostro. Adoraba que su h

que Sergio obviamente estaría allí con ellas, pero tampoco podía negarle a su herm

la chiquilla, con la ca

juntos al cine! —exclamó Mika

? ¿Cómo iba a saberlo?» Sus pensamientos corrían nerviosamente mientras caminaba

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