tulo

Ir

ue tengo un enorme

instituto y ya los adolecentes hormonal

o parezco con

usar una falda con cinco dedos arriba de la rodilla, una camisa bla

podrá entrar e

la rodilla más la basta y digamos que mis grandes piernas no ayudan mucho a que se mantenga en su lugar. Llevo mi

y sentarme para no levanta

mi capacidad mental de sentirme bien recae. Toco la puerta y sujeto las mangas de la mochila, adentro se escucha una voz

n unos ojos azules sorprendidos, el mundo a mi al rededor pasa a ser un segundo plano con su intenso mirar, el olor a su colonia me

tituto y es entonces cuando volteo encontrándome con cuatro pares

nea de arriba a bajo y sonríe, junto mis cejas algo incómoda y el señor toma su mano, me observa

mi

hago a un lado—Lo lamento—unas suaves man

lo rubio atrás de mi oreja. Volteo a ver aquel que al parecer es su esposo y este as

ue ex

yo fui la que me

retario me recibe—¿Buenos día

instintivamente se va a su cuel

uieren hasta poner p

orque rápidamente se aproxima a hablar—No es para nada malo, solo quiero registrar tu huella para que la utilices en tu casillero y cuando llegues a este no tengas que estar presionando od

imera clase es química—

y no te perderás—coloca su vista en la computa

el número de

dos, s

por mi torpeza, mi cuerpo rápidamente me ordena que me disculpe y levanto la mirada topándome con unos ojos grandes, el chico me regala un

a pelirroja me escanea y vuelve su vista a él—Solo por esta vez te dejaré en paz, y tú—se dirige a mí y pa

sido

rostro tiene una bella sonrisa y sus facci

pinta de se

a sección C, su mano toma mi hombro y me vol

nueva, ¿cierto? —asie

toma mi hoja de horario y m

la otra, de un solo movimiento trato de quitarle mi vida en estos momentos y él sube su brazo—Nu

reojo y veo su mano todavía está tendida en mi dirección. Suspiro y bajo mis brazos—Tendré

almente? —sigo mi camino y freno en seco cuando se detiene en frente de mi

vete—aprieto mis p

ima de su hombro y esos ojos azules chocan con los míos en milisegundos. Pasa por nuestro lado con una mirada fría y toma la man

o

n la mejor pareja de aqu

no es hora de quedarse estáticos, tenemos que ir a cantar el himno en el gimnasio y ya vamos tarde, así que, apura esas cortas piernas —jala de mi brazo y correm

cio de un umbral que da paso a unas escalerillas. Sin decir más Omar me empuja escaleras arriba

el mundo s

caleras y bajo mi bolsa para ponerla en el suelo, veo a Omar

lado de las gradas—recojo mi mochila y lo sigo hasta estar dos filas abajo—Hay que pasar por aquí hasta e

molestaré e

rincipio dejan de hablar y juntan sus cejas expectantes, per

o mi bolsa y me asiento. Suspiro con alegría, llegué sin ser más

gimnasio totalmente impecable y perfecto, el d

o? —giro para encontrarm

se r

strecho la suya con

su maña y giro para escucha

stituto se canta

qué a

ular sol matutino para dar inicio a las clases de este año—todos comienzan a aplaudir—les deseo una f

s por el director,

edor se vuelven dista

está p

ún que mi cuerpo pueda responder. Trato de

lguien me es

toparme con su mirada, mi cuerpo se eriza por completo y él sonríe de lado, vuelve a sus

dame. Me est

moja sus labios, acto seguido los muerde y baja su vista para lu

o fue conmigo, puede que él es

so de

as niñas arriba mío

ude creer que e

una de esas niñas boni

ello de lleno con él, sube la mitad de mi brazo y juega con

iño mimado, se puede ver en su caminar, ojos y aspecto. No

pira intranquilo y toma

tar aquí, ni mucho menos que me

este qu

nuestras manos—No te vayas, p

sé que tipo de espectáculo fue ese que hiciste en el pasillo, pero

quieres que cuando salga de aquí

mbre cerca, giro a ver a Omar quien tiene la vista fija en las o

asco, aprieta su mandíbula y sus brazos parecen e

iento la mano de

ora, te alejas de e

Q

.

senta cuando Amir está hablando en l