l improvisado refugio, Ro
seguido po
os muy preocupados por t
ión de
do lo que acab
enzar a narrarles su his
e averiguar si las ma
Posó suavemente el
de aquella herida. Sa
si decía que la isl
pación y más nerviosi
narrarles todo lo su
ente a qué tipo de per
uy necesario no fiar
a hora de dirigirse
le
yudó estoy segura que
a volver a nuestro
iona
chacha? -interrumpió Phi
estas personas, ¿escuc
s can
con esas cosas, ni siqu
ad -respo
levan la mejor parte e
antemente a Iris, quie
hor
ogió de la camisa y lo
ada, cierra la maldita
on desa
isa y solo le devolvió u
cibido y se contuvo d
e en caso de ser res
seguiría siendo su
re le había molestado,
no comprendía porqué
Decidió callar y mir
ón llena de
amos alterando, mejor v
esa -dijo Ron con la
sió
el refugio, Sauro in
uzgar por el comportam
ran una tribu pacífi
mblante y se preguntó
entre sus recuerdos y
a expresión en su ros
sonrisa, y sin pode
isa lo haría verse
un momento de las ci
aba
luvia cesó. Todos sal
que las nubes parec
n radiante sol il
bía podido apreciar lo
s todos se disper
n hermoso arcoíris alre
la postal que se dib
r silenciosamente el mar, de
palabra ni tenía la
s la forma de volver
anzándolo para c
ue tengas
a que en cualquier mom
car
isla, incluso su vegeta
ntinente -dijo él -.
llega
cuán adversa se vea la
ará y al no saber nues
tengo fe en eso -r
ntercambiar más palabras
er conocer más de su
sidad de comunicars
e sentía segura a su
a forma que tenía el
las adve
rar que en su
experiencia como esta -dijo
ar
eguro -respondió él sin
ede
e cosas hace en su tiempo
torno a las batalla
ris
nos segundos, se veía ca
inado. No tenía ganas
a sido comunicativo,
joven le hizo hacer e
que tocó una fibra sen
torno a la
ar con mi caball
tas por un lugar lleno
tali
, quien al recordar a
vez desde el naufrag
extrañar más que a s
all
los alcanzó, su rostro e
ó tembloroso hacia e
ibu había llegado. A t
reinta isleños les mi
en absoluto silenc
vieron esas la
la vista de las
arados sin venir hast
Iris ocultándo
ntan leernos -respond
rápido ni entren e
a caminar hacia ellos a
en su parte baja utiliz
asta sus rodillas, ib
diferentes signos y dib
de la mayoría de los h
bellos largos y negro
uchos usaban collares
s y dientes de
l blanca que viene en
uitarle la vi
hn
rco con nosotros y lle
-preguntó Ro
el barco. Nunca en m
auro igual d
amente por los isleños.
cía la tensión y el
aralizados, y es que no
emblante de los nativos
la distancia ya era so
multitud Tok-Situ. Se
beza, uno por uno, si
pleto silencio, el jef
nte desconocidas para
n paso Kai-Rai y John,
pie junto
auro vio a la joven que
de alivio comenzó a d
personas son de la tr
arecer la mujer cump
r un buen
a Sauro por unos segundo
orprendida al ver tant
de sus pieles y cabell
una delgada mujer de c
imaginó que podría ex
esta joven mujer que r
ban, pensó que tenía
más había visto e
ncio y comenzó a hablar
llegados. John cumpli
ue manejaba a la per
dos a Kro
n se dirige a ustede
nto de su llegada y lamenta lo que sucedió con su barco -se d
tros a la aldea, pues
También requi
or si las preguntas nos las
e interpretar sus palabr
inmovilizados por los
s enfilaron ha
ben atarnos, haremos lo q
ntentando deshacer
las quites, los aldean
. Lo siento mucho, p
continentales a esta i
iegamente -replicó m
al bo
ién un continental
tos extraños desconocidos
completamente a mer
Phillip e
rse parte de la dis
moda intentando evit
s isleños que no dejab
n visto una mujer com
hermosa como para no
em
i-
ar en silencio con el
ientos y no se había
pese a sus continuas p
a caminar
r, nadie dañ
inesperada sensación de
u cab
y Sauro sabía perfectam
l camino una y otra ve
ategas y seguramente y
cto a su estadía en l
quietaba cada vez m
as verdaderas intencio
ía abrirse en un peq
s por doquier. Le llam
e resaltaba por sob
abía muchos arbustos
ños pozos rudimentario
gatas en el suelo. En
ol y en otros, mucha
atos o cuenc
ri
mb
a la aldea. Las mujere
sus cabezas por las p
l recibirlos, Tok-Mon
verencia, luego dir
bservó con molestia. L
able semblante que te
k-S
edes de forma separa
a la gran choza y él j
ntas. Yo seré quien s
hombre que no dejó de
Phillip lanzándole u
-contestó r
io transcurría, los demá
todiados por los isleñ
pudiese decirle algo,
s pre
gó a vivir a esta isla
a aquí? -miraba exp
r a él... Ser su histor
.. No di
hacerlo? -contestó
sleña sin dejar de mirar
n tipo de confianza n
l tipo no te hizo daño?
a al
echo, fui yo quien le hi
los oían hablar, pe
na palabra. Sauro s
a y no podía asimila
ón. Pero lo que más
Tok-Mon les lanzaba to
dido, se la habría qui
nte como ellos son tan
vando a los r
que no deberían esta
encontró con la de Sau
o de de
malo, lo han pasado mal
edarse -di
flor creciendo en medio
, simplemente no po
el tiempo terminaría s
se queda mucho tiempo
ten
encio. Pensó que quizás
ntir lástima por los
ura tan tajante del hi
ya que la expresión qu
había visto antes. Ob
só que ella les darí
ún es pronto para ju
dijo a s
er interrogado. Las preg
ntió totalmente agotad
guntar y su único obje
e ellos eran coherente
almente un
pas que en la isla no h
continente, solo cont
rían ni tres horas e
r a nuestro hogar, debe ha
e, no
ro? -pregunt
Simplemente no hay nin
icación con e
encio y mientras las pal
de Sauro, le explicar
pero que estarían a pr
rse la confianza
siendo amable con ustede
provengo, y sabe que no
es de la tribu -le dij
u ro
radécele de mi parte y
aceptaba todas las cond
palabra de un hombre
eraban que los recién
mpoco eran del todo c
rtes estratégicas de l
víctimas de una trampa
s continentales agua
ac
atar las reglas, Tok-Si
gunas palabras que
rpre
uestas, dice que para
corazones dispuestos
ñó el ojo c
omento a reflexionar en
tu tuviese esa imagen
refugiarse, pero de i
manera de salir de la
un poco confiados",
as reglas y fingir que
inente, pero así y deb
bajaré los brazos y ha
tra ti
errogatorio mi querido
us amigos para darl
iven