algún chico desconocido cuyo rostro no puedo formular, toca una guitarra y canta mientras juntos
tanto ruido para rec
es dándome la noticia, mi despedida catastrófica, el avión, los secuestradores. Abro mis ojos asustada, pero
lteza. -Escucho
rtinas? -le pido a qu
un tirón a la defensiva. Sé que debo buscar las posibles salidas
miel que me observa con una sonrisa amab
s policíacas, los psicópatas
osición de combate. No tengo ni idea de cómo go
estoy?! -
refrescante, una mesa de estudio, una puerta hacia lo que me imagino debe ser el baño -cosa que pongo en duda c
Príncipes de Nardinkath -me informa la chica que se mant
o un bufido de exasperación, con razó
qué la abuela envió a
uela un poco la cabeza, de
evo mi mano a mi boca para no soltar la carcajada-. Puede estar tranquila, fue traída al palacio de esa forma por motivos de prote
achones. No creo que pueda pa
la sorprende y me mira como si fuese de otro planeta-. Y no me trates de ust
ñorita Eva -dice con timidez-.
daptarse a toda mi locura andante, pero es bueno saber
er en este lugar? -le pregunto
ne firme y sus manos en la misma posición entrelazadas por delante, a
se, la directora Korra la espera en su ofic
mi adorada abuela,
itación y veo un uniforme horrendo. Katlin lucha por
? -le pregunto y ell
o usar uniform
, odio este lugar. Va a ser todo un fastidio p
or, dónde he acomodado su ropa y otras que la directora Korra le h
cias, no tenías por qué hacerlo. -Me p
señorita -respo
uniforme puesto, que debo
una falda del mismo color que me llega a unos centímetros por encima de la rodil
das perfectas. Ante los ojos de cualquiera soy una princesa más en este sitio. Estando lista, cam
miles de pasillos en los que sin duda alguna me perderé, todo es silencioso y mientras camino tengo la sensación de que nada bueno va a sali
a voz femenina y ella me
que está de pie frente a dos mujeres
sonrisa amable, llena de calidez, y la otra es un poco más joven, ves
hacia la señora que me mira dul
nocerte! -ella también me abraza r
. Ella no es tu abuela, soy yo,
ue me sigue mirando con cariño y me acerco a la otra mujer que me pide que me det
l estómago cada vez que dice "Evangeline"-. Yo soy tu abuela
yo como si estuviésemos e
tras asentimos-. Deben mantener la compostura y comportarse con respeto y educación ante todas las personas que conviven aquí, sé qué están adaptadas al libre albedrío pero esta es una escu
didas y por supuesto que s
o no tengo ni
tes -nos informa-. Nadie, absolutamente nadie debe saber
o, no me gusta el rumbo
ultar mi verdadero yo detrás de una
za la voz, mi herm
n confiar para todo, sabe que son mis nietas, cual
n verdad desearía que fuese ella mi abu
mina hacia su sillón-. Las clases comienzan a las oc
esponde mi hermana que defi
go y estoy segura de que en cualquier mo
on ser princesas y ser besadas por príncipes, a mí me gustaba jugar a la
las a la hora de almuer
de salida. Abro y camino de espa
es tu ha
ra se convierte en una mueca y acto seguido cai
clamo- ¡Mald
me dice una voz arrogante pero que
mirada, ambos con sorpresa «estos ojos verdes y
one de pie y me ofrece una ayuda que acep
a miro con cara de pocos amigos
ja de que soy un
gunta el guapo del avión,
le que nos enco
do todo el parloteo de los modales que dijo la abuela
e-. Príncipe de Kestria y regalador de libros a
sonríe, dos chicos se acercan por
rte -dice antes de
tiene los brazos cru
es para conocer
, solo quería buscar una forma de irme
e clases y otros documentos que tenemos que firmar, entre ellos un acuerdo de confidencialidad prometie
i madre, mi padre, Angie, el número de mi doncella -ni en mil año
ó decirles que no pueden salir del pa
o y ella da un b
me mira dulcemente. «¿Por
es pasan un fin de semana en el palacio
los próximos años se reducir
do de frustración, no llevo ni veinticu
menzado, pero sus profesoras saben que estaban co
daba el área de clases. Cuando llegamos a la primera aula Angie me despide con la mano antes de tocar la puerta y yo sigo mi camino, muy p
cabello rojo abre y
s ser Ev
mis ojos sorprendida, es la copi
eres
o contengo la respiración. Nadie puede
zo -me susurra y se apar
radas se posan en mí y siento que las piernas se me vuelven gelatina. Miro
esa Evangeline -les informa a todos y no dejan de
están mirando». D
hica de la primera fila poniéndos
lara la garganta. ¡Ups! Claro, la reverencia.
ngo una pos
-continua hablando-. Cualquier problema
osa y ella toma as
un chico sonríe divertido, Kylliam, me
amablemente-. Tu profesora d
junto a otra chica de cabello oscuro. Obviamente camino hasta la que queda al lado de la ventana
ca debido a lo ocurrido el día de ayer -dic
arrepintiendo de no estar
er una actividad grupal pa
chico sentado dos filas
s lo hacen relajados, incl
te recuerdo que no
o y todo vuelve a ser
ientras se acerca a las mesas-. Formen grupos d
qué hacer. ¡Genial! Seré la rarita del grupo. Doy un pequeño salto en mi silla c
hico del comentario de hace unos minutos m
al lado de mi mesa y unos ojos
chica riendo-. ¿Pued
es la chica que
ta unos centímetros por encima de la cadera y su piel es blanca pálida. Dalton es de cabello castaño
e -se pre
e digo intent
omoda en su silla-. Por ser nuev
no muy c
reino? -me pr
e el nombre que me
piensa,
pasan estas
ctantes mientras lucho una b
igo emocionada
n. La verdad yo no tenía n
grupo dos, yo tam
s? -pregun
funcionan las cosas aquí. Grupo uno:
lsea y Rebekah; Kylliam, el chico que está al final; Dilary, la presidenta de clase; Edgar y Thomas que
a -la inter
n? -pr
jos-. Se llama Jared, pero nunca está, pertenece a este
e para compartir con él
y princesas de Islas: serían el chico de los lentes que está en
da esta información. «¿Dónd
onor, asistentes reales, consejeros y demás miembros de la
dos», repit
decir que lo
a no quiere que d
eguntar -dice Dal
lta un bufido y rue
respo
ní
hace una semana como t
dicho que respo
e dramática y tuvimos que quedarnos en casa
scuela? -Dalton hace
s gran
na una campana diferente a la que se usa en las escuelas no
ntras nos ponemos de pie, no me creo capaz de manejarme
tranquilidad y la monotonía. A veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Muchas veces me quejé