de Leo, una chispa de energía lo iluminó. Se encontró con una escena que lo llenó de calidez: Leo y Bianca estaban en la sala
no pudo evitar sonreír y agacharse para recibirlo, levantándolo en el aire como si fuera un pequeñ
sonrisa suave en su rostro. Cuando Liam final
sus hombros, y había una luz en sus ojos que hacía que su sonrisa fuera contagiosa. Ambos se encontraron en una mirada
am, sintiéndose un poco más relaja
ortado bien -agregó, su v
nrió con
iño muy bueno -dijo, y en ese mome
eo, mirando a Liam con los ojos brillantes-.
No solo Leo parecía haber disfrutado el día, sino que también habí
Liam, con una sonrisa genuina-. Aunque me parece que
contagiosa-. Bianca tiene pod
el estómago de Liam diera un vuelco. Era difícil no
anas de jugar -dijo ella, como si intentara r
ellos, observando la torre que h
Leo sonrió de orgullo, como si el elogio
aún más grande, papá? -preguntó Leo
ianca en la construcción, las risas llenaron la habitación, y Liam no pudo evitar sentirse agradecido. Había pasado tanto tie
nca se integraba con ellos, jugando y riendo, como si
r el umbral de la puerta, se encontró con una escena que la hizo detenerse en seco. Liam estaba en la sala, de rodillas, mirando suplica
llena de desesperación-. Solo cinco mi
que sucedía hasta que
nda! -gritó Leo, su pequeño rostro frunci
ido dulces en ningún momento del día. Bianca se preguntó cuántas veces al día L
nca había preparado. Pero con su padre era diferente. Para Liam, la carga de ser el único respon
mano por su cabello, rascándose la
ron, mientras buscaba la forma de explicarse, pero no encontraba las palabras adecuad
o un día, ya había formado un vínculo con ambos, y ver a Liam
ente-. ¿Quieres qu
Bianca de pie en la puerta, su abrigo puesto
, pero es que... -Liam comenz
la tienda rápidamente y conseguir algunos
ia Bianca, sus ojos brillando con la esperanz
puchero comenzando a desvanecers
ntió con u
Puedo hacer eso. ¿T
del sofá y corriendo hac
livio y gratitud. Había algo reconfortante en saber que Bianca estab
Liam, su tono sincero-.
gada con un par de pastelitos, por suerte aun era temprano, podrían hacer alguna activ
a escoger -dijo Leo, con su energ
serás bueno y que no correrás por la tienda, ¿de a
ría. Mientras salían, se sintió más aliviado que en mucho tiempo. Había algo especial en la for
ero no sería fácil, pero el hecho de tener a alguien como Bianca a su lado lo hacía sentir que tal vez
a. Y más que eso, quizás estaba comenzando a abrirse a la idea de que