a nada con mi prometida, Isabela. Nuestras vidas parecían un sueño, hasta q
de un rascacielos, Isabela me humilló públicamente
neg
illo y renuncié
había vaciado mis cuentas bancarias durant
usaron falsamente de espionaje y difamaron mi
ujer que amaba, me
ida entera, reducidos a ceniz
se tornó en un
do ser t
e Ricardo Vega, el poderoso CEO de "Vértice G
e una
ellando mi resurgimiento