fía, mi abuelo me presionó a elegir
s antes, moría en un coche destrozado,
e había robado la fortuna, me dio un hijo qu
ier sonreír, abrazados. Pero otra sombra
d, se suicidó tras mi funeral con una not
sabella me quemaban el alma. ¡Fui tan ciego! ¿
mi decisión ya estaba tomada, fría y certera: "No
o, pero este amor es una