Corazón, y mi mano debía elegir al here
esperaban que mi elección recayera en el arr
nte Isabella, se atrevió a proponer un matr
sabella sería su verdadero amor, aquella a quien mantendría
egí por un amor falso, solo para que él destruyera mis tier
bella, los murmullos de la gente sobre su supu
conocía, la sumisa y ciega, regresarí
muerto, y el destino me había dado otra o
endía y, con la vista fija en otro hombre entre los asistentes, anunc