es, todo
ndo en el lanzamiento de una
mana en la oficina, estrés, ca
diseñadora
uestro jefe entró en la sa
ente está encantado! ¡Las prim
lido de aplau
me abrazaron.
a clave, Sofía.
ullo y felicidad que no
trescientos euros, del piso en Sa
ería ce
que me sorprendió a mí misma. "Hay una pastelerí
e se
. El local olía a m
tas preciosas, croissants perfecto
l par
osa de la tienda, grande, para
eparaba el pedido, mis com
e de algo. Me
cinco euros",
ta suplementar
itió un pitido
a tarta y la band
ibró en mi
ensaje. Era
Ja