odas y me vestí para celeb
ro solo encontré una mesa vacía y el e
santuario, la bodega privada, escuché risas ahogadas
stra luna de miel, mi esposo Máximo estaba con su a
opuso un matrimonio abierto, sugiriéndo
consuelo, solo para escuchar a mi padre y
con vender la última barrica de mi m
bligó a llevarle vino al hotel donde estaba con Sasha, h
garganta, acepté sus tér
y provocó mi ataque alérgico con lirios, mient
illa donde todos parecían confa
la puerta de mi habitación en el hospital se abrió