presenté en la oficina de Roy a primera hora. Dejé el formulario de renu
idera esto mi aviso de dos sem
s, sorprendido. "¿De qué hablas?
tan amarga q
"El señor Castillo me pidió que le recordara que deb
ulto. Ni siquiera po
. Entró y salió de las tiendas, acumulando bolsas que yo tenía que carg
dijo a Roy por telé
endría, que le daría cu
yería me informó que el collar era una pieza
a informarle, pero no contestó
on ellos en un restaurante,
tá mi colla
ción. Su rostro se d
opa de vino a la cara. El líquido rojo y fr
"¡No la quiero volve
n voz baja, pero escuché fragmentos. "Sí, el
n una frialdad que
te quiere a ti. Una noche. A camb
una señal de que era una broma cruel. Pero su rostro era s