en mi interior, mi ro
a hasta un sofá, que me s
re, pero ahora los sentía va
an constantemente a Máximo,
llevó una mano al estó
go me sentó mal.
instante. El pánico
es? ¿Dónde
, olvidándose por comp
da hacia mí, ayudó a
ospital. Ah
dejándome solo en medio de
obra había te
club de polo sin que n
la mansión. Cada p
amente a mi habitació
a que era realmente mía, mis l
s, los relojes, los regalos de
el disfraz,
la habitación que durante d
e me trajo aquí, la
rmoso. Pero los
a de de
és, la puerta pr
z de Luciana
n las e
una indigestión", decía Luciana. "Te quedarás
ión principal, la que
ue siempre habí
de dueño. "Y quita esas alfombras. No me gustan.
spuesta de Lu
mor. Lo que
ente a mis ojos, o más bi
ación, la de invitados, la q
puerta su
impo
s, yo ya no