de "La Voz de Jalisco". Nunca nadie había visto mi rostro, mi cu
, despechado y buscando congraciarse con mi rival, Sabrina "
aban "gorda impostora" y "fraude", mientras mi gran patrocinador, Máximo "El Patrón" Castillo,
ás profundos sobre mi sobrepeso expuestos y destrozados frente a m
voz sin un rostro "perfecto" podría
empre tuve miedo de usar. Pero esa noche, la desesperación fue más fuerte que cualquier temor, forzánd