ería Salazar, el futuro esposo de la hermosa Luciana Ramírez y una leyenda en c

e apareció Máximo Salazar, el hij

que lo había criado y adorado co

con los ojos llenos de un odio que nunca antes había visto. Su voz era aguda y

vida, lo miró con un desprecio gélido. "Eres un fraude, un Castillo

lia y el respeto de su comunidad. Todos los qu

fancia, parecía quedarse a su lado. Pe

gran salón de la hacienda, ella lo mir

iñón a Máximo, me

e negocios, no una súplica de amor. Iván, con el corazón destroza

?", preguntó co

n rápida, como si esperara una pelea, una negoci

tan fácil? ¿Qué est

sonrisa amarga dibujándose en su r

s, Iván. Tú tienes la 'sangre fuerte' de los Castillo, tu cuerpo puede soportarlo. Máximo

había celebrado, se había convertido en su maldición. Era la excusa perfecta para que todos justificaran su sacrific

el corazón, era algo más profundo, una agonía que le quitaba el aliento. S

cla de preocupación y fasti

su frente. "Nada. Solo... estoy de acuerdo". Sabía que ella siempre conseguí

una semana. No hagas nada estúpido". Se dio la vuel

d: él con Don Ricardo en la plaza de toros, él con Doña Isabel en su primera comunión, él y L

asa, el orgullo de los Salazar. Pero Máximo, con su salud frágil y su historia

l bien de la familia", le habían dicho todos, una y otra y otra

d lo habían desgastado. Finalmente, aceptó. No por ellos, sino por él mismo. Serí

Los leyó rápidamente. Una cláusula le revolvió el estómago: "El donante, Iván Castillo, realiz

con una calma peligrosa. "No sient

. Es para proteger la imagen de Máximo.

oltó una carcajada seca. "Clar

cumentos en mil pedazos. "Lo haré para salda

Lo golpeó con el puño cerrado en la cara, haciéndol

ardo", gruñó Don Ricardo antes

a ternura que nunca le había dedicado a él. "Máximo, ¿estás bien? ¿Te sientes mal?". Corrió haci

voz fría y mecánica resonó en su me

as objetivo. Progreso: 0%. El fracaso de la misió

consciente, una entidad que lo había acompañado desde n

iñón podría ser interpretado por las figuras objetivo como

ó sangre al

to, pero lleno de una nu

nuevo objetivo. Uno que me