s ojos fueron el primer anuncio del desastre, el concurso ni siq
con esa decepción que ya conocía de memoria, sus ojos
te he dicho d
, pero pesaba como u
rendiendo, tenías que
un truco que había perfeccionado con los años, su labio inferior temblaba mie
r, papi, pero Sofía n
e sal en mi mise en place cuando me di la vuelta, y luego, "accidentalmente", su
que siempre había sido la favorita de nuestra madre ausente, l
amaba "i
aba una to
e cómo criar a dos hijas de forma "justa", creía firmemente que para que todo fuera equitativo, la
on, era una carga, una deuda que tenía
or", me dijo una vez cuando yo tenía diez años y ga
de una felicitació
a que ella gane, nec
ediocridad de mi hermana era premiada, cada logro mío era una
mi vida, el legado de mi padre que yo amaba y respetaba, pero también era e
spirar", le confesé una tarde, después de un servicio particularment
era levantó la vi
ender a relajarte, a no tomarte todo
orno de ansiedad generalizada, me dijo que era una respues
padre, su respuesta fu
nterías, la gente simplemente se aguantaba y salía adelante, lo
ísmo", mi padre compró una pizza, l
entamos a cenar, él y Camila comieron mien
cómo hiciste el estofado de ayer", dijo mi padre con la boca lle
mínimo, mientras la pizza se enfriaba y mi estómago se retorcía de hambre y
ibir las sobras de un afecto qu