construirse en Barcelona, pieza por pieza. Pe
s para una visita. Era la fiesta de aniversario de "El Cor
e no te han destruido", le dijo su hermana con una
a razón. Quizás necesitaba ce
to. Sofía y Ricardo se pavoneaban por el salón, la pareja de or
ró, los amigos de
jo uno con una sonrisa burlona. "¿Vien
dió otra, mirándolo con desdén. "Sofía y
Ignoró los comentarios y buscó a su hermana
sonrisa condescendiente. "Qué sorpre
i hermana", respondi
o mantén tu distancia. Sofía es mía ahor
escuchó un crujido ominoso desde arriba. Una de las pesadas y ant
tamente ha
e estaba a unos pasos, reaccionó por puro instinto
tuvo tiempo de reaccionar. La lámpara de ara
olviera negro fue el rostro aterrorizado
ptico le llenaba las fosas nasales. Elena estaba a
o incorporarse. Un dolor agudo y ce
a rabia. "Está gravemente dañado. Los médicos d
miró,
más. "¡Estaba más cerca de ti, León! ¡Podría haberte
blanca. Una calma desoladora lo in
rmana a pesar de su propio dolor. "Él es el hombre que ama
olorosos pasos con muletas, Sofía apareció en el hosp
l. León, agotado de luchar, aceptó. Caminaban en un si
nque ornamental, Ricardo tropezó "accide
contrajo de furia. Miró a León, que se m
empuj
.", empezó a decir
ato de ira ciega, se abalanzó sobre
al estanque, y su tobillo lesionado se golpeó contra el borde de cemento.
endré piedad!", le gritó Sofía desde el
es de que Elena y el personal del hospital corrieran a sacarlo, mientra