la promesa de una beca universit
ado, con sus ojos nublados y una voz rasposa que
laron una calificación mediocre para mí y, alarmantemente, el primer lugar
de Camila, mi prima y mejor amiga, me hicier
sonaron en mi mente: "Alguien muy cer
ta familia, reírse y confesar cómo usaban un amuleto para suc
, pero con una rabia gélida qu
a magia antigua y peligrosa", m
y un objeto de su traición, la obsidiana se trans
a, solo necesitaba la