edificio y me arrojaron en un callejón oscu
empapando mis ropas rasga
e dolor. La rodilla, la
pared de ladrillos, temb
igada al culto. Mateo me lo había quitado todo
ono, ni dinero
ba s
aba libr
as y c
ificultad, apoyá
ar un refugio, alg
un coche de lujo negro con los cris
quién pe
a trasera ba
uardias, el mismo que me había
léfono en la m
ueña rata callejera", dijo con una sonri
al otro lado, Mateo estaba obse
me dio
que se vaya al
rdia s
l cree que ya
dome de nuevo en la sol
ieron horas, el dolor en mi rodilla c
de una tienda de conven
rastro de agua s
en aburrido, levantó la vista d
es? No damo
ecesito usar el
que decía "Baño so
eño televisor mostrab
ces vi
sonriendo felizmente al lado
ada del círculo del Padre Mateo por
ónimas" que hablaban de mis "problemas menta
tido en la villa
de la tienda
noticias. ¡Lárgate de aquí an
la humillación ardi
a no term
caridad de Mateo: una subasta de "reliquias
ostraron la pieza c
io de oro
elo, había fragmentos
die
hu
Restos de una santa anónim
ofeos de mis muertes pasadas, c
r su imperio s
o, sino algo más profund
sentía justo antes de que
mis muerte
do la poca bilis que tenía
enía
ra n
e y hasta mis muertes
ando, sin s
a un monstru
e. Debajo, un pequeño espacio
cajas de ca
rucándome para conservar el
ado olía a mo
os, pero no
ente de Mateo, la mirada confundida de Miguel
era una c
era una
ación era u
r en mi cabeza
hor
obrevivir 6