ía era hoy, después de tres años de espera, de estudiar hasta que las letras de los libros de historia se borraban frente a mi
iría mi futuro en este país, el dí
decían
sas, cuando mi celular vibró sobre la cama, era un númer
, no vayas al exam
palabras no cambiaban, Miguel, mi hermano, mi Miguel, desapar
o, pero no de dolor, sino
ue esta
re lo
lemente había muerto en el desierto, mis padres adoptivos organizaron un pequeño funeral sin c
ar que nadie podía tocar, yo sabía qu
dejaría sola
marqué el número, mi dedo se movió con u
e una voz metál
ue usted mar
ible? Acababa de recibir un mensaje de ese número, lo m
roma cruel de alguien
ómago me decía que no, era
hacer tarde! ¡Javier
ó por las escaleras,
rbellino, ¿una trampa? ¿Qué tipo de trampa podía ser un examen de c
nos
amen no fuera el
chila, el teléfono vibró de
YAS, C
la, el pánico, frío y real, se apoderó de mí, est
, cada escalón se sentía como
con los brazos cruzados y un
a? Pareces u
ómago", dije, forzando
mano al abdomen, era la única excus
rada no contenía ni una pizc
ofía, hoy es el día más import
a principal, su rostro era
tá lista? Vamos
o", dijo Elena con un tono qu
sus ojos oscuros me anal
ro en esto, no vas a arruinarlo por un simple d
enía un filo de acero, una o
", insistí, apretando más mi ab
an cualquier cosa que interrumpiera sus planes,
se endureció, di
amenazante, "vas a ir a ese examen, aunque t
habitación se vol
a atr