Instalar App
Historia
Su Esposa Secreta, Su Vergüenza Pública

Su Esposa Secreta, Su Vergüenza Pública

Autor: Gavin
img img img

Capítulo 1

Palabras:2083    |    Actualizado en: 16/08/2025

paciente VIP que amenazaba con suicidarse. Era Evelin Bennett, u

dos años, Ben, un albañil de buen corazón al que había encontrado después de que un accidente lo dejara con amnesia. Solo

rnardo de la Torre entró, vestido con

yo no existiera y rodeó

z profundo y tranquilizador que usaba conmigo después de

sa misma promesa

a sola espectadora: yo. Me estaba demostrando que todo nuestro matrimonio, nu

habitación, sus ojos gélidos se enc

: Eres un problema q

ítu

de una mujer. No era un sonido de dolor, sino de pura rabi

iar a antiséptico y papel viejo era un extrañ

é a mi colega, Sara, que espiab

ró, con los ojos como platos-

e un cristal rompiéndose contra una

mato antes d

una silla, sosteniendo un trozo de un jarrón roto contra su propia garganta. Tenía la cara surcada de lágrima

el Dr. Morales, corriendo hacia mí. Esta

ó hacia

ente llamó. Dijeron que solo hablaría con una t

naba vagamente de las portadas

el Dr. Morales en voz baja-. El únic

n se detu

o de la

llo, bueno y me ama más que a nada en el mundo. Vivimos en un pequ

la Torre es un apellido común. Bern

río que me recorría el pecho. Era solo un no

e puso un expedi

información.

jo "Nombre del prometido", estaba impreso en l

ión. Sentí que la sangr

peuta. Manejo crisis. Respiré hondo, me alisé mi s

aunque por dentro estaba gritando-. M

salvaje de sus ojos se suavizó hasta convertirse en una vulnerabil

hacia mí y me rodeó el cuello con sus brazos,

mí como una niña, toda su actitud gritaba que había tenid

e las lágrimas con

estado tan dist

éfono, sus dedos desli

alto-. Estos somos nosotros.

traje perfectamente entallado. Él sonreía, y las arrugas alrede

mi

de pie frente a un rascacielos con el l

Para mi último cumpleaños, me compró una isla privada. Dijo

. Sentía que el suelo

Desde que regresó. Estuvo desaparecido un tiempo, ¿sabes? Dos años. Tuvo algún tipo

to que llevaba

e un puñetazo. Me dejó sin aliento,

la Torre, el despiadado magnate inmobiliario. Y yo era

eció en mi mente

o a casa después de una sesión tardía cuando lo vi. Me detuve, con el corazón latiéndome con fuerza. Lo encontré inco

a la clínica más cercana de un pueblo pequeño. El diagnóstico llegó

un hombre, perdido y asustado. Sentí una oleada de compasión por él. No pod

e lo llev

Ben. Como mi padr

mí, estaba tan agradecido. Sus ojos me seguían a todas partes. Aprendió todo de nu

to, tan vulnerable. Sin el peso de un pasado, era puro afecto

so de volver a casa con las manos callosas y sucias, ganando dinero para

era su sol, su luna, su cielo entero. Dijo que aunque nunca recuperara

anillo, solo una pequeña piedra lisa que había encontrado junto al río.

a emoción-. No tengo un pasado, pero sé que quier

sin dudarl

el juzgado civil. Solo nosotros

egrías sencillas. No teníamos mucho dinero, pero nos teníamos el

un "trabajo". Fue vago al respecto, dijo que era un gran p

ás reservado, menos cariñoso físicamente. Dejó de llamarme por los apodo

jo. Era su memoria regresando. Era él volviendo

fue solo una parada temporal en el c

mbido lejano. Todo lo que podía sentir era la

golpecito en el brazo-. Tienes los ojos todos rojos. ¿Está

n absurdamente iróni

rta del consultori

vel

blemente costaba más que mi coche. Se veía poderoso, imponente y tan absoluta

vi un destello de sorpresa, de reconocimiento. Luego

mirada; era una advertencia. Una orden

yo no existiera y rodeó

stoy aquí. To

tiéndose en su abrazo-. ¡Tarda

undo y tranquilizador que solía usar conmigo cuando tení

mi corazón. Me había hecho esa

ó la f

Evelin. S

ar. Me ardían los ojos, pero me

ión para una sola espectadora: yo. Me estaba mostra

us ojos gélidos se encontraron con los míos por última vez por encima del h

ueran. La habitación volvió a quedar en silencio, ex

s. Cogí mi teléfono. Me temblaban tanto las mano

a que encontré un número al

mad

al segund

o? -su voz era nítida, con

voz un susurro ahogad

cielo. Lo que

l país. Quiero ir con

una p

tu espos

Una risa amarga y doloros

va a

dejar la clínica y no volver jamás, u

té la

rdo. Habí

jo, su voz baja y despr

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY