a lección -dijo Fletcher, s

iquiera responder. Solo lo mi

era de mi vista. Camina de

, con Aislinn aferrada a su

a tierra, a kilóme

ándome hasta los huesos en segundos. Tropecé por el camino privado, cada paso una agonía

eslizó para abrirse. Antes de que pudiera gritar, unos brazos fuertes me agar

debajo de mí y el olor a sal y diésel

te a mí. Su costoso vestido estaba rasgado,

staba ante nosotros, su rostro una máscara de furia f

ada Aislinn y a tu esposa basura. Ahora tienes que eleg

sta. Ya la sabía. Había vivido s

z clara e inquebrantable a través de

atal. Mi rostro palideció. La esperanza era una mala hierba

el frío cañón de su pistola e

o era parte del plan de Evan. Un plan que c

acia atrás, volcando la silla. El disparo se desvió. Me liberé de las cuerdas que el operativo

a mi oído, golpeand

vi fue el rostro de Fletcher en la pantalla del teléfono. Sus o

i nombre? ¿O el de

el aliento. Llenó mi nariz, mi boca

paredes grises del orfanato. El hambre consta

Nadie siquiera

la oscuridad me llevara. M

nte. Li