ror mientras Kiara desaparecía bajo las olas. La co
un torbellino caótico. Tenía que
frenéticamente, sus ojos escaneando la superficie negra. -¡Kia
tenido, observaba desde la orilla. Lo vio zambullirse tras Kiara, y un nudo frío y duro de ce
us pulmones ardiendo. Buscó hasta que sus miembros estuvieron entumecidos,
abía
aguda y dolorosa que se sintió como un go
por la traición mientras la empujaba hacia el pistolero
bía m
a bilis quemando su garganta. Finalmente perdió el co
tiséptico asaltando sus sentidos. Aislinn esta
os que estás bien -llor
salvajes. -¿Dónde es
.. -comenzó Aislinn, per
s gritos de los médicos y enfermeras. Tenía que encontrarla. Tenía que hacer
de búsqueda. Invirtió millones de dólares en ella, contratando a
ron nada. N
mó su jefe de seguridad, con el rostro sombrío-. No hay na
quebrándose-. ¡Quiero que la encuentren!
creciendo con cada día que pasab