indario; un espacio seguro donde los niños desfavorecidos podían explorar su creat
la, pero tenía que hacerlo, por los niños y por
eras oscuras y el aspecto pálido y demacrado de su rostro, haciénd
la rodearon, con sus caras llenas d
aba una sonrisa genuina en sus la
, y el señor Evans subió al es
oz llena de emoción. "Su visión y su dedicación le han dado un futuro a est
pero un reportero de una conoci
el donante principal de este centro es la seño
ia hizo todo. Ella le presentó la propuesta al señor Dal
staba de pie en la primera fila, luciend
te era el momento, la oportunidad de dec
el micrófono y se paró junto al s
y encantador. "Pero está equivocado. La idea de este centro, la fi
o de ella, en un gesto que parecía íntimo pero que se sentía com
tas de robarle el crédito a Estel
cámaras destellaron en su cara y l
es, ¿es usted
r dentro de la relación
estro para llama
en, mientras se desmoronaba su última pizca de esperanza
rometida o simplem
esión indescifrable,
su res
la no significaba nada. Era un jug
o durante los últimos tres años se
e matrimonio, que él le había presentado orgullosamente tres
nte, la rompió por la mitad
nfeti. Flotaron a su alrededor cual pequeños
la vuelta y alejarse, sin mirar atrás. Podía escucharlo llamando su
su brazo. La arrastró hasta
Has causado suficientes problemas", dijo, con vo
mundo exterior, tratándola no como a una amante despecha
los días se desdibujaban uno tras otro. Ella no lloraba, ni gritab
de triunfo en el rostro. "¿Cómo se siente ser
nreír, con una sonri
un momento de amabilidad, quien le dio la notic
Centro Comunitario de Artes muere de ata
el escándalo mediático y las acusaciones
enviado a su familia. Sobre este, con un glaseado alegre, habían escrito
a fue la gota que colmó el vaso. No solo la habían destru
uirido en sus días más pobres. Luego le pagó a una criada, y mientras Holden y Estella