Y
e tu forma de ascender al poder, Roderick! ¡Tu manada subió de categoría gracias a mí! Ahora que lograste lo
bría dejado. Espera, ¿de verdad pensaste que te habría convertido en la Luna de mi manada? Apenas soporto vert
ura. "Y prometiste llevarme con los mejores médicos.
iente como para llevarte a médicos, ¿y crees que yo lo ha
a primera vez que me llamaban fea, pero
ño atrás. Durante ese tiempo vivimos como extraños a pesar de estar casados
na cicatriz enorme en un lado del rostro. Todavía no sabía quién había sido el responsable, pero tuve qu
ía. Al parecer, en un mundo donde los rangos importaban m
se hombre y deseado que me correspondiera. Pero aho
ullé. "Y espero que algú
? Actualmente, soy el tercer Alfa más poderoso que existe. ¡Mi manada subió de rango mientras tu fa
cta, ya no eres nada. ¡Así que saca tu cara repugnante de mi manada! ¡Ahora mismo, antes de que ha
...
igirme a casa, a la manada de mi padre. No había vuelto a casa desde
se fuera, abandonándome cuando tenía cuatro años. Mi padre eligió una nueva compañera y de pront
toqué el timbre del salón, mi hermanastra y su madr
s, Lyric. No hay lugar para ti aquí", dij
aciéndoles ver que no tenía a dónde ir, orden
amilia y se alegraron cuando me fui a la manada
...
ban tragos lo bastante fuertes como para emborrachar a un lobo, y no tenías q
Si la gente tuviera que ver mi rostro, p
s palabras tantas veces que podía re
r hacer nada contra él. Su manada era muy poderosa y yo era una chica fea y rechazada que ni siqui
uando alguien habló desde la nada: "Ot
hombre tomando asiento a mi lado. El
podía verle la cara porque llevaba una máscara como la mí
y su reloj un Aristo Tempus. Un lobo
r sola desde hace algún tiem
anquila e imposi
poco avergonzada. ¿Cómo podía
la barbilla hacia mí
ca que también v
ero es mi lugar favorito.
. Agradecí al desconocido antes
Yo también lo estoy. Así que, ¿por qué no hacemos un trato, señorita
estaba proponiendo una
iera me conoce",
erte. Es simplemen
era un hombre al que no le importaban los senti
Tengo... problemas para llegar al clímax con una mujer. N
esa era la mejor parte. ¿Cómo podría disfrutar del sexo si nunca
pre había sentido curiosidad por la intimidad. Nadie me había
or la insistencia del de
ras?". Me odiaría como los d
hombros. "Tus deseos
a palabra me revo
ra se escondía un monstruo. Si lo sup
s, realmente deseaba que me t