e Ser
fiebre me había dejado débil, mi cuerpo flácido en su poderoso agarre mientras me arras
do -logré decir con voz ahogada,
uera hacia la tormenta y me arrojó al asiento del pasajero de su lujoso carro. El motor rugió
nos hacia la frontera. Mi corazón martilleaba contra mis costillas cuando me di cuenta de a dónde iba: La Cié
cinturón de seguridad. Me sacó del carro y me arro
mad
equeño y desvencijado bote en medio del agua turbia y arremolin
o tragado por el vient
s y su temperamento corto. Era una bestia buscando a alguien a quien culpar, y Lila le había dado un objetivo. Me empujó un pequeño y brillante cristal de comunicación en la cara-. Mis hombres enco
razo a un miembro de la manada de bajo rango que se resistía. El l
le pagaste para que te ayudara a secuestrar a
la desesperación arañándome-. ¡He estado enferma
ael era una má
a ti. La odias porque es digna de ser una Lun
sé! -s
agua oscura, desató el bote y, con un empujón brutal, hundió
erficie farfullando
tra el agarre de hierro de Kael-. ¡Sus pulmones! Fue
ign
e -o
téricamente, volvió a asentir a su Beta. Mi madre
ortunidad,
orizado de mi madre, el sonido de su ahogo y la lluvia
n absoluto
mortalmente tranquil
sacó un
sonido primario
dre, atada y débil, se deslizó bajo la superfici
luta, encendieron un fuego que nunca supe que tenía. Mi loba, la parte Omega d
e en la carne de su muñeca. Probé su sangre, cálida y m
Mental de Kael, lo suficientemente fuerte como para que y
ontramos a Lila en la vieja c
ientras miraba de mi rostro a la última ubicación de mi madre en el agua. Arrancó
e dio la vuelta y ladró
onos.
, con mi madre ahogándose en algún lugar de las oscuras e
-