de J
rón, el último hilo de mi fuerza se rompió. El mundo se inclin
el aroma a pi
a él. A Aarón. La habitación era masculina y austera, pero la calidad de los muebles de
en la mesita de noche sin decir una palabra. Estaba hambrienta y no d
mientos eran lentos, deliberados. Levantó suavemente la parte de atrás de mi camisa h
as comenzaba a limpiar las heridas con un bálsamo fresco y calmante. Su toque era tan cuidados
obo interior, pero podía sentirlo: una afirmación silenciosa y rugiente que reson
s almohadas. Sus ojos eran oscuros, intensos,
uñido bajo y ronco que vibró h
inó y m
ador alivio y certeza. Mientras sus labios se movían contra los míos, una profunda sensación de paz me invadió. Era la sens
o más cerca. Esa noche, me entregué a él, no como una prisionera, sino como una compañera dispue
to ligeramente por la intensidad de nuestro amor, una mirada de profundo autodesprecio cruzó su rostro. Maldijo
sobre la mesita de noche, comenzó a sonar. La pant
nsó. Tomó el teléfono y con
de su arrogante Voz de A
ha durado suficiente. V
rofundidades. Mientras Damián todavía hablaba, Aarón se inclinó sobre mí, su cuerpo presionando
involuntario esca
amián a través del teléfo
o, su voz un ronroneo bajo y posesivo qu
, dijo con calma.
usto antes de colgar, dio el golpe final y devastador. Apoyó una mano suavemente en mi vientre plano, su voz bajan
achorro ahora.
era una mentira diseñada para destrozar la única creencia a la q
ntir la onda de choque del ego roto
-